Carrasco y Correa se echan al Atlético a la espalda
Cuando más quemaba el balón, el belga asumió la responsabilidad de liderar el ataque. El '10' ya es el máximo goleador rojiblanco en Liga. Cunha sigue creciendo.
Una nueva temporada donde se destinaba a Ángel Correa un papel teóricamente más secundario… hasta que el campo ha vuelto a demostrar lo contrario. Entre las lesiones de Griezmann, la sequía de Suárez y la poca continuidad de João, el delantero argentino está siendo el sostén en la delantera atlética. Un jugador que no se ha perdido ningún partido en lo que marcha de curso y que, con su gol al Valencia, que puso el empate momentáneo en el minuto 90, alcanzó los ocho tantos en Liga, lo que le sitúa como el máximo anotador del equipo en la competición. Correa también participaría tres minutos después en el tanto que desató la locura en el Wanda Metropolitano. Recibió un pase interior de Herrera y de primera combinó de tacón con Cunha para que su centro-chut se convirtiese en el gol de Hermoso que devolvió al Atlético a la senda del triunfo.
Un soldado para Simeone, que desde su vuelta de China está aún más comprometido en las labores colectivas, pero que cuando se desmelena es prácticamente imparable. Carrasco había comenzado por la derecha, ayudando constantemente a Vrsaljko y entrando poco en juego en un sector donde le cuesta más ser desequilibrante, ya que no tiene ese regate hacia dentro con su diestra que le permite ver el campo mucho más abierto. Pero, en la izquierda, fue una tortura para el Valencia. Regates, caños, controles de una técnica exquisita y mucha producción para el Atlético, que volcó sus ataques por su zona concentrando jugadores en el área en busca del gol.