Boca - Universidad de Chile: el equipo de Battaglia se sobrepuso a todo, ganó y alcanzó la final del torneo amistoso

El conjunto de la Ribera brilló con los chicos (Zeballos, Molinas, Vázquez) y tuvo complicaciones en la experimentada defensa, en la victoria por 3 a 2; preocupación por el volante

El equipo xeneize se medirá en el encuentro decisivo contra el ganador del Grupo B, que integran San Lorenzo, Independiente y Talleres. Los pibes (sobre todo, Zeballos, Vázquez, Molinas) dieron otra muestra de carácter, más allá de los refuerzos y de la necesidad de experiencia. Al mismo tiempo, la lesión de Almendra generó una mayúscula preocupación: puede ser algo más grave que un esguince de tobillo. El volante se retiró entre lágrimas.

No está el delantero Cristian Pavón, quien se entrena con la reserva mientras define su futuro. El contrato del cordobés finaliza el próximo 30 de junio y por el momento no tiene ofertas para emigrar ni tampoco para renovar.

Almendra sufrió un esguince y se fue envuelto en lágrimas
Almendra sufrió un esguince y se fue envuelto en lágrimasLA NACION/Mauro Alfieri

Mientras se prueba sobre el campo, el Mundo Boca está de fiesta por el regreso de un hijo pródigo. Darío Benedetto, presente en La Plata, afirmó hoy que tomó la decisión de volver a Boca con el “corazón” sin pensar en el contexto y que no le pesará la “responsabilidad” de ir por la Copa Libertadores sabiendo que son “candidatos” en todas las competencias.

La gente de Boca, en La Plata
La gente de Boca, en La PlataLA NACION/Mauro Alfieri

“Sabemos muy bien los objetivos que tenemos, principalmente es la Libertadores. Acepto cualquier responsabilidad, quiero disfrutar el momento y no tengo problema en hacerme cargo. Quiero adaptarme rápido al plantel y al entrenador”, apuntó en la primera conferencia como futbolista del club.

Y detalló cómo se dio su regreso: “Me llamó Román en el 2021 cuando Olympique de Marsella me quiso dar a préstamo y ahí le comenté que quería jugar una temporada en España, pero cuando no me sentí importante en Elche, lo llamé yo para volver. Decidí con el corazón, no pensé ni cómo está el país, ni nada”.

Más allá del número 9, hubo un partido. A los 8 minutos, cuando ocurría poco y nada, Molinas se perdió una oportunidad increíble: solo, de frente al arco, como número 9, elevó el remate al cielo. Más allá de esa ocasión extraviada, los pibes de Boca marcaron el ritmo del espectáculo. De Molinas a Zeballos y más allá, en el área, con Vázquez como faro, los jóvenes exhibieron sus habituales virtudes.

El 1 a 0 de la U

Los refuerzos de jerarquía, más allá del caso Benedetto, deberán pelear un lugar con las promesas xeneizes, que cuentan con el fervor del público. Un ejemplo: cada vez que el Changuito Zeballos tomó el balón (como viejo número 11), levantó a la platea. La Universidad de Chile sufrió demasiado pronto la salida de Casanova, por una molestia en el hombro izquierdo, reemplazado por Tapia.

Boca tenía el control del partido y la pelota a su disposición. La U intentaba lo que podía, que era bastante poco. Le costaba manejar los tiempos, los espacios. El equipo xeneize, respaldado en la experiencia de Javi García, Rojo y Zambrano atrás, explotaba con la juventud en los metros finales.

El 1 a 1 de Boca

De pronto, Almendra se lesionó el tobillo derecho, casi sin darse cuenta (luego de recibir un impacto, al patear al arco); intentó seguir, pero no pudo. Tapia lo cruzo, pero sin verlo, de espaldas. Fue una lesión muy curiosa. Se fue entre lágrimas, en una camilla. Y fue reemplazado por Cristian Medina. El joven volante vivió una semana compleja, luego de una seria discusión con Sebastián Battaglia, quedó al margen del encuentro contra Colo Colo. Tuvo su oportunidad anoche, pero tuvo poca participación en los 30 minutos que jugó.

En principio, sufrió un esguince de tobillo. Pero podría ser algo peor, según se supo con el transcurrir de las horas.

Almendra fue consolado por el arquero rival
Almendra fue consolado por el arquero rivalLA NACION/Mauro Alfieri

Para peor, Palacios abrió el marcador, en una embestida de la U, que aprovechó las dudas que ofreció Boca en la última línea. Inmediatamente, la conexión juvenil rescató al equipo: centro de Zeballos, cabezazo de Medina. Boca empató, pero seguía con sensaciones confusas. Tantas, que en el final del primer tiempo, Roni Fernández exhibió un cabezazo sensacional, que selló el 2-1 para el conjunto chileno. Boca no le encontraba la vuelta de rosca al partido.

A los 2 minutos de la segunda mitad, Rapallini decidió la expulsión de Moya, por doble amarilla. Esa situación generó mayor optimismo en Boca, con más espacios y siempre con la conducción de Zeballos, con vértigo sobre el sector izquierdo y el dueño de la pelota parada. A los 5, el Changuito estableció el 2-2, con un zurdazo que sorprendió al arquero. Creó una suerte de “bicicleta” en la construcción de la acción, como en los viejos tiempos.

El 2 a 1 de la U

El 2 a 2 de Boca

Con la cancha de frente, Boca estuvo cerca del tercero. Advíncula tuvo una oportunidad, entre tantos avances. Luego de la tarjeta roja, la U se replegó. Los jóvenes conducían a Boca -flojo Villa, deslucido Rolón, dudas globales en la defensa-, que insistía con entusiasmo. Y la mejor muestra fue el 3-2, un pase sensacional al vacío de Molinas, que capturó Vázquez. La definición fue perfecta.

El 3 a 2 de Boca

Boca gana porque tiene un grupo de juveniles con pasta. Los experimentados resultaron los más flojos de la noche. Y más allá de las costosas incorporaciones, los pibes siguen demostrando su calidad.


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