Alpine prepara una bomba
El motor Renault, que no se actualiza profundamente desde el invierno de 2018, sufrirá un importante rediseño para estar a la altura en 2022.
Hay que tirar de memoria: Renault hizo su último gran esfuerzo en una unidad de potencia en el invierno de 2018, para presentar un propulsor muy serio ya en la pretemporada de 2019. Pero el motor de 2020 fue en realidad una simple revisión del anterior con más fiabilidad, y en 2021 no se modificó ninguno de sus componentes heredados, con la vista puesta en el cambio de reglas de esta temporada. Son tres campañas con el mismo dispositivo, levemente alterado. Ahora, ante la congelación de motores de 2022, sí presentarán un motor completamente nuevo.
La mejora será doble, cuentan desde la fábrica. Para empezar, un diseño más compacto que permitirá estrechar la carrocería y reducir resistencia al aire, lo que se traduce en prestaciones. La joroba del A521 era una necesidad para refrigerar y albergar una unidad de potencia sobredimensionada en comparación con las de la competencia. Pero también habrá más potencia disponible, en el propulsor y en el sistema híbrido, aunque será difícil cuantificar la diferencia porque los rivales también presentarán nuevos motores en sus monoplazas de 2022.
Ocon comentaba lo que escucha en la fábrica al acabar el curso pasado: "Sabemos que podemos progresar en muchos aspectos. En el chasis, no estamos cerca de los equipos 'top' y en el motor también estamos lejos. No se puede culpar a un solo elemento del coche. El paquete, en general, no es lo suficientemente fuerte. Pero sabemos que hay mejoras en el camino y la gente que está construyendo este coche ganó muchas carreras y dos títulos hace no muchos años. Cuando vas a Viry o Enstone, aún respiras el espíritu de 2005 y 2006. Lo tienen en su ADN. Es sólo cuestión de tiempo que eso se materialice". Este año, el motor debe ser una ayuda para Alonso. Ese es el plan.