Xabi y el discurso de Benítez en la final de Estambul: "No fue nada emotivo"

El tolosarra recuerda en una entrevista con la UEFA la primera Liga de Campeones que ganó en su carrera con el Liverpool y la histórica remontada ante el Milan.

Alberto P. Sierra
As
Dos Champions League en su palmarés y dos finales de infarto. Xabi Alonso puede presumir de haber alzado dos veces el trofeo más prestigioso a nivel de clubes en dos finales memorables: la que ganó con el Liverpool al Milan en Estambul y la que tuvo que ver desde fuera con el Real Madrid en Lisboa en la que los blancos derrotaron al Atlético de Madrid.

Antes del salto desde la grada en Lisboa estuvo la 'catarsis' de Estambul. Xabi fue protagonista al meter el definitivo 3-3 que mandó el partido a la prórroga. Antes, en la primera mitad, Maldini y Hernán Crespo por partida doble habían puesto el encuentro 3-0 a favor del Milan. El Liverpool arrancó la remontada gracias a Gerrard, Smicer recortó distancias y el tolosarra, aunque falló desde el punto de penalti, fue capaz de meter el rechace n la portería de Dida.

Antes de que todo eso ocurriera, Xabi cuenta como vivió los instantes previos a la final en la web oficial de UEFA. "En el túnel estás muy concentrado. Mirabas al otro lado y veías al Milan. La experiencia que tenían, esos jugadores... Era impresionante. Miras hacia delante y ves ahí el trofeo. Mi esposa, mi padre y mi hermano estaban allí. Mi madre decidió quedarse en San Sebastián gritando desde el sofá. Queríamos ese trofeo. Para nosotros era nuestra primera final de Champions. Estábamos tensos", reconoce.

El momento más duro de esa final llegó cuando el árbitro pitó el descanso. Xabi reconoce que estaban "abatidos, decepcionados" y que pensaban que "la oportunidad ya se había marchado". Ahí, Rafa Benítez jugó su papel. "Rafa, en vez de darnos un discurso emocional, empezó a decirnos "Tienes que cambiar esto, tienes que hacer esto...". Nos dio una charla muy táctica sobre que iba mal y que teníamos que cambiar. Entonces, nos dijo: "Vamos a ver que pasa", asegura.

El resto es historia y así la narra el ahora entrenador del Sanse en primera persona. "El gol de Stevie nos dio esperanza y cuando Vladi marcó el segundo pensamos que lo conseguiríamos. Tenía la sensación de que llegaría el tercero. Fue mi primer penalti como profesional. Sabía donde iba aponerla y el penalti no estaba mal tirado pero Dida hizo una gran parada. Tuve la reacción más rápida de mi carrera. Para mi ese rechace fue como volver a nacer", explica.

Después de defender ante un "león herido" como ese Milan llegaron los penaltis, en los que el Liverpool se impuso por 5-6 con Dudek haciendo la parada decisiva a Shevchenko. "Cuando llegamos a penaltis sabíamos que si habíamos llegado tan lejos era cosa del destino y teníamos una buena oportunidad. Era un momento muy tenso. Era uno de tus compañeros yendo solo a la guerra. Su soldado contra tu soldado", recuerda Xabi.

Una vez el polaco detuvo el penalti tirado por Sheva, Xabi recuerda un momento de absoluta "euforia". "Empecé a correr sin pensar en qué hacer. Lo mejor, además de tu felicidad por lo que has logrado, es saber lo feliz que has hecho a la gente y la afición del Liverpool. Eso es lo que se te queda en la memoria de lo que te enorgulleces. Creo que después de tantos años, ese el mejor recuerdo", sentencia.

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