WEST HAM 3-CHELSEA 2 / El West Ham pincha la burbuja del Chelsea en el London Stadium

Otra actuación sublime del equipo de David Moyes, que le dio la vuelta a un partido que fue perdiendo hasta en dos ocasiones, valió para ganar.

As.com
Cómodo, el West Ham salió bien replegado desde el inicio. Atrás. Preguntándole al Chelsea qué iba a hacer al respecto. Los de Thomas Tuchel insistieron, pero no encontraban la manera de poner a Lukas Fabianski en apuros. Movieron el esférico, estérilmente. Sin encontrar espacios y sin crear peligro. Se sentía bien el equipo local con esta tesitura. No ocurría lo mismo con el visitante, que venía de un partido frustrante entre semana en Watford que terminaron ganando a última hora. Pero no había manera. Lanzamientos lejanos, balones al área que la zaga hammer despejó sin problema alguno, luego trataba de conectar algún contrataque fulminante.

El guion recordaba bastante a la victoria ante el Liverpool, en el mismo escenario, hace un mes. Hasta que los errores cambiaron la cara al partido. No marcó bien Michail Antonio a Thiago Silva, y el brasileño saltó alto en un córner para abrir el marcador con un cabezazo sobre la media hora de juego. Segundos más tarde, Silva volvió a aparecer, pero en el área contraria. Con Edouard Mendy batido, el central apareció por detrás para sacar un disparo sobre la línea.

Mendy protagoni
zó el siguiente momento relevante. Él y Jorginho. Uno hizo un pase flojo a su guardameta, y éste se entretuvo pese a la presión de Jarrod Bowen. Cuando el atacante le arrebató el esférico, el francés lo derribo. Manuel Lanzini transformó la pena máxima con un fantástico lanzamiento. Marcaba el argentino en su primera titularidad en Premier League del curso. Y cambió nuevamente el ánimo del London Stadium. Radicalmente.

El West Ham ganó en confianza y dio un paso adelante, y el Chelsea se puso nervioso. Pero terminaron la primera mitad sonriendo, y por delante en el marcador nuevamente. Otro error. Declan Rice, el mejor jugador de los hammers, entregó el esférico directamente a un rival. Ruben Loftus-Cheek inició entonces un contraataque que terminó con Hakim Ziyech cambiando la orientación de juego, y con Mason Mount enganchando una volea precisa con el interior del pie. Ajustada al poste. Imposible para Fabianski.

Tras el descanso siguieron las malas noticias para los del London Stadium. Romelu Lukaku salió en sustitución de Kai Havertz, lesionado en la última jugada de la primera mitad. Pero el West Ham no sabe rendirse. A los diez minutos de la reanudación empataron nuevamente. Antonio bajó un envío en largo al centro del campo, luego otro en la frontal. Generó el espacio que Bowen aprovechó para marcar con un tiro cruzado. Y vuelta a empezar.

Un equipo tranquilo, sin la pelota, esperando atrás. Otro con la posesión, pero sin poder hacer nada con ella. La única variante fue la entrada de Pablo Fornals por el lesionado Kurt Zouma, y el 3-6-1 se convirtió en 4-3-3. Bowen pudo ganar el partido a un cuarto de hora del final. Antonio ganó el esférico dentro del área y lo envió para la entrada de su compañero, que llegó demasiado justo y no pudo dirigir el balón hacia la meta. Lo ganó finalmente Arthur Masuaku con su primer gol en 96 partidos de Premier League. El lateral había sustituido a Ben Johnson por lesión en el primer tiempo. Y al final del partido realizó un saque de banda. Inocente aparentemente. Porque entre él y Antonio no parecían saber muy bien qué hacer. El delantero inició una carrera hacia la línea de fondo. Su par le siguió y Masuaku no se lo pensó. Fue uno de esos tiros que parecen un centro, o un centro que más bien es un tiro. Fue gol. Fueron tres puntos para poner la lucha por el título patas arriba, y para afianzarse en los puestos de Liga de Campeones. Con 27 puntos, el West Ham sigue elevándose en la clasificación. Como las burbujas que soplan sus aficionados en el London Stadium.

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