Una hoja de ruta galáctica
El Real Madrid tiene muy definida la estrategia en cuanto a las incorporaciones en este 2022 que está cerca de comenzar. El plan renove definitivo.
Las negociaciones por Mbappé, Haaland se encuentran en estados bien diferentes. En primer lugar, se podría decir que el fichaje de Mbappé es casi un hecho. El Madrid ha terminado con éxito un plan trazado a largo plazo en el que ha conseguido que el crack francés fuera quemando etapas hasta terminar su contrato. Para evitar conflictos con una entidad del poderío económico del PSG (y evitar un último año de espera al jugador), incluso presentó dos megaofertas de 180 y 200 millones de euros por él cuando acababa el pasado mercado veraniego que no fueron aceptadas.
Con Haaland la cosa está mucho más complicada porque no hay nada decidido. Raiola, su representante, quiere sacarlo del Dortmund este verano haciendo valer el pacto verbal al que llegó con Hans-Joquim Watzke. El Madrid, tal y como confirmó el dirigente alemán, ya ha dejado claro que en caso de que ese movimiento se produzca ahora, está interesado. Pero le viene mejor incorporar al delantero noruego en el verano de 2023. De momento, tiene a Benzema (34 años) en plena vigencia y los dos no tienen sitio en el once (menos aún con Vinicius explotando partido a partido).
Rüdiger en segundo plano.
Rüdiger es otra de esas ocasiones que ofrece el mercado. Es el mismo caso que Alaba. Termina contrato en junio y más allá del alto sueldo que pretende cobrar, es una buena operación teniendo en cuenta que tiene 28 años y mucha carrera por delante. Los representantres del jugador están filtrando que la operación con el Madrid está encauzada, sin embargo, desde la entidad blanca deslizan que ese movimiento está en un segundo plano. El PSG también está interesado.
En los despachos del Bernabéu están muy contentos con cómo se ha cubierto el puesto de central con jugadores como Militao y Alaba esta temporada. Si Rüdiger viniera finalmente, formaría pareja con Militao y Alaba tendría la oportunidad de proyectarse más al ataque de lateral (con el puesto cubierto de sobra, también con Mendy). Pero ese movimiento por el central del Chelsea no es ahora una prioridad en la Casa Blanca.