Un empate 1-1 que refleja las realidades inestables de unos y otros
En Avellaneda, ambos equipos repartieron aciertos y errores; Torrico se destacó al atajarle un penal a Silvio Romero
En las últimas semanas, hay algo que en el día a día une a Independiente y San Lorenzo: ambos miran con mucha atención lo que sucede afuera del terreno de juego. Espacios donde hay demasiado en juego. Frustrado, ya sin chances de clasificar a la Copa Libertadores, el Rojo venía de recibir un golpazo en la caída por 4-1 contra Banfield. También, vale decirlo, el club está sumergido en un clima espeso por las elecciones del 19 de diciembre. Y además, hay varios que terminan sus vínculos próximamente y aún no conocen su futuro: Julio César Falcioni, Sebastián Sosa, Juan Manuel Insaurralde y Lucas Rodríguez, por ejemplo. Enfrente, este San Lorenzo que sondea a Luis Zubeldía para que se haga cargo de la dirección técnica una vez que finalice el torneo. Hoy aparece como el único candidato.
Fue un clásico con una división muy marcada entre un tiempo y otro. Con pocas emociones en los primeros 45 minutos. Con Independiente en la iniciativa, floja y previsible, pero en ofensiva al fin, y San Lorenzo agrupándose atrás. El Ciclón, tal como le sucedió a lo largo de todo el campeonato, empezó con una serie de desacoples defensivos que pusieron en jaque al arco de Sebastián Torrico. Sin embargo, a los 19 minutos, la situación más clara quedó en el taco derecho de Franco Di Santo, pero el toque exquisito del delantero fue desviado por Sebastián Sosa.
Daban vueltas las camisetas rojas para avanzar con criterio, pues los ataques llegaban a la muralla del área rival y la pelota se devolvía en busca de huecos que no se veían. Trataba de engancharse Alan Velasco, el más habilidoso. Aparecían algunas pinceladas de Domingo Blanco, aunque no encontraba laderos. Así, vuelta atrás y a empezar de nuevo. Enredo de piernas inevitable, entonces.
Intrascendente la pelota en el aire, a los 40 minutos Alan Soñora tendría que haber sido expulsado por una patada en la espalda a Nicolás Fernández. Silvio Trucco apenas le sacó la amarilla. En la siguiente jugada, Silvio Romero contó con una buena opción para abrir el marcador, aunque su definición -la picó por encima del arquero- dio en Cristian Zapata y la pelota salió desviada. Era córner y Trucco marcó saque de arco.
El segundo período empezó interesante, porque el Rojo se puso en ventaja apenas regresaron de los vestuarios. Al minuto, tras un tiro de esquina y un desvío en el primer palo, Silvio Romero la empujó de cabeza en el área chica -con una dosis de fortuna, porque no se esperaba la pelota- y desató el festejo de los locales. El atacante alcanzó los 50 tantos con la camiseta roja.
Todo se fue acercando a los arcos y crecieron las emociones. Ninguno brillaba, es cierto, pero el desarrollo era vibrante, eléctrico. “Uvita” Fernández sacó un zurdazo esquinado que alcanzó a manotear Sosa.
San Lorenzo empezó a controlar la pelota y se apoyó en la dinámica de Nicolás Fernández Mercau, un juvenil de buen presente. El partido fue levantando temperatura y el Ciclón llegó a la igualdad. A los 26 minutos, Gabriel Rojas envió un centro desde la izquierda y la pelota rebotó en la mano de Mauro Zurita. Néstor Ortigoza, casi infalible, lo cambió por gol. Lo curioso de ese momento es que inicialmente el árbitro Trucco había marcado córner.
Lo mejor del partido
Mientras seguían las protestas, San Lorenzo volvió a equivocarse en la defensa y Francisco Flores le cometió un claro penal a Lucas González. A los 31 minutos, el marcador central se marchó expulsado y Torrico -a su juego lo llamaron- le contuvo el remate a Silvio Romero. Fueron cinco minutos tan cambiantes como emotivos. Casi no dieron respiro.
Todo quedó abierto en el epílogo del partido. Los jugadores, ya más cansados, mostraron errores de manejo y hubo imprecisiones en los pases. En suma, San Lorenzo fue algo mejor en el segundo tiempo, pero tampoco le alcanzó para llevarse los tres puntos. Y en función de las necesidades de cada uno, ninguno logró entender qué debían hacer para lograr su objetivo. Porque Independiente estuvo en ventaja en el marcador y en el último tramo no aprovechó el hombre de más en la cancha. De hecho, el equipo se retiró silbado por los hinchas.
Enfrente, más allá de la remontada, San Lorenzo sigue siendo un equipo marcado por la inestabilidad y la tabla de posiciones es elocuente: apenas está por encima de Patronato, Atlético Tucumán y Arsenal. Un dato más: en este campeonato, el único compromiso que ganó de visitante fue ante los juveniles de Boca, en la tercera fecha. Números que ensombrecen todavía más el andar azulgrana..