Trabajadores califican de «atropello» la supresión de Aasana y mantienen medidas de presión
“Continuamos en nuestras medidas, vamos a hacer el repliegue total de nuestros trabajadores hacia nuestros puntos de protesta, de huelga, y vamos a continuar, mediante un ampliado, a las determinaciones que lleguemos. (...) Nos mantenemos firmes, nos mantenemos íntegros en nuestra demanda, ya que no hemos sido atendidos”, agregó.
Algunos de los dirigentes descartaron la opción de adherirse a la nueva entidad y advirtieron que esta medida puede poner en riesgo la categoría 1 de los aeropuertos nacionales.
“Estamos en este momento desempleados más de 750 trabajadores. Dudo que en este momento vayan a hacerse afiliar o hacerse contratar. Nosotros vamos a seguir en las calles, vamos a seguir luchando por esta institución”, recalcó Néstor Villaroel, secretario de conflictos de Aasana, a RTP.
“No vamos a dialogar absolutamente nada con el Gobierno, porque lo que ha hecho el ministro es una traición a favor de su incapacidad. A partir de este momento, todos los trabajadores están saliendo de sus fuentes de trabajo, se están dirigiendo a las calles, a la movilización, y vamos a ver qué tiempo el ministro puede manejar los aeropuertos sin el personal adecuado. Ahora sí que hemos puesto en riesgo la categoría 1”.
Esta mañana, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, anunció la creación de Naabol, en la que se incrementará en un 30% los salarios del personal técnico.
"Hemos tomado la decisión de suprimir Aasana. Este Decreto Supremo 4630 fue emitido a las 0:00 horas de ayer, donde se crea una nueva empresa, que tiene la denominación de Naabol. Esta nueva empresa acogerá a todos los funcionarios de Aasana que quieran trabajar en favor del pueblo boliviano y dar seguridad y tranquilidad”, dijo la autoridad.
El paro, que tenía previsto iniciar este miércoles a las 8:00, se mantiene. "No va a volar ni una mosca", dijo uno de los trabajadores, en Cochabamba. El sector demanda la renuncia de la directora Arminda Choque y pide el pago de salarios adeudados y las horas extras.
Contingentes policiales y militares fueron enviados a los principales aeropuertos para garantizar las operaciones aéreas y resguardar las instalaciones.