Sudán del Sur: la OMS investiga una misteriosa enfermedad que ya se cobró la vida de 97 personas y afecta principalmente a niños
La agencia envió una delegación a la ciudad de Fangak, una de las zonas más afectadas por las recientes inundaciones, para tomar muestras y analizarlas
De acuerdo a lo informado por la cadena BBC, la OMS envió a su delegación a la ciudad de Fangak, en el estado de Jonglei, al norte del país, una de las zonas más afectadas por las recientes inundaciones.
“Decidimos enviar un equipo de respuesta rápida para que fuera a realizar una evaluación de riesgos y una investigación; entonces podrán recoger muestras de los enfermos, pero provisionalmente la cifra que obtuvimos fue de 89 muertes”, declaró días atrás a la BBC Sheila Baya, de la OMS.
Además, explicó el equipo de científicos tuvo que llegar a Fangak en helicóptero debido a las graves inundaciones.
El comisario del condado de Fangak, Biel Boutros Biel, declaró este jueves a la cadena norteamericana ABC News que la delegación de la OMS ya se fue del país, pero no comunicó sus conclusiones a los funcionarios locales.
Collins Boakye-Agyemang, portavoz de la OMS en África, indicó que la agencia comenzó a investigar el brote en noviembre, pero no brindó más detalles sobre la extraña enfermedad que preocupa a la población de Sudán del Sur.
A raíz de las fuertes inundaciones que afectaron seriamente esa zona, la OMS analizó muestras de pacientes para detectar el cólera. Sin embargo, las muestras dieron negativo.
Mientras continúan las investigaciones, Biel comentó que algunas organizaciones no gubernamentales locales han entregado suministros médicos a Fangak y están en proceso de establecer clínicas móviles para ayudar a tratar a la gente.
El mes pasado la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras calificó las inundaciones de “tormenta perfecta” para los brotes de enfermedades.
“La gente no tiene suficiente agua ni opciones para almacenarla, y no hay recogida de basura, mientras que las cabras y los perros muertos se pudren en los sistemas de drenaje”, decía el comunicado. “Con las condiciones empeoradas por la afluencia de los recién llegados [a los campamentos], la gente corre un mayor riesgo de brotes y enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea acuosa aguda, el cólera y la malaria”.
“Estamos muy preocupados por la desnutrición, ya que los niveles de desnutrición aguda severa duplican el umbral de la OMS, y el número de niños ingresados en nuestro hospital con desnutrición severa se ha duplicado desde el comienzo de las inundaciones”, dijo MSF.
En el estado limítrofe de Unity, en tanto, las graves inundaciones han aumentado la propagación de enfermedades como la malaria y han provocado la desnutrición de los niños debido a la escasez de alimentos, advirtió Lam Tungwar Kueigwong, ministro de Tierras, Vivienda y Servicios Públicos del estado.
Además, el petróleo de los campos de la región ha contaminado el agua, provocando la muerte de animales domésticos.
Hasta el momento las inundaciones en el norte de Sudán del Sur han impedido a las comunidades acceder a los suministros de alimentos y otros productos vitales. Más de 700.000 personas se han visto afectadas por las peores inundaciones en el país desde hace casi 60 años.
Nicholas Haysom, jefe de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Sudán del Sur, visitó semanas atrás la ciudad de Bentiu, y describió la situación como “nefasta”. Afirmó que las aguas de las inundaciones no ceden y que cientos de miles de personas siguen desplazadas.
Asimismo, advirtió que las consecuencias podrían ser desastrosas en términos de inseguridad alimentaria, falta de atención sanitaria, educación y riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Hasta el momento se reportaron 97 personas muertas por esta misteriosa enfermedad. Biel detalló que la última víctima mortal fue una mujer de edad avanzada. Según un comunicado del Ministerio de Salud de Sudán del Sur, la mayoría de los fallecidos son ancianos y niños de entre 1 y 14 años.
Los síntomas de la misteriosa enfermedad incluyen tos, diarrea, fiebre, dolor de cabeza, dolor en el pecho, dolor en las articulaciones, pérdida de apetito y debilidad corporal, indicaron las autoridades locales.