Saúl vuelve a tropezar
El exatlético fue titular por segunda vez en el Chelsea y, como en la primera, fue sustituido por Tuchel al descanso. El técnico arriesgó con los cambios y ganó el partido.
Y el encuentro se reanudó tal y como habían transcurrido los nueve primeros minutos. Ya con Rose en el campo tras haber sustituido al lesionado Masina, el Watford seguía amenazando al Chelsea más de lo que Tuchel hubiese deseado. En estos complicados minutos para los blues, Saúl vio una amarilla que demostraba un exceso de impetú por querer agradar a un técnico que sigue pidiendo siendo paciente con el español.
Pero aunque el que merecía el gol era el Watford, abrió el marcador el Chelsea. Rüdiger encontró a Marcos Alonso en un desmarque bueno pero peor que el espectacular control con la zurda, el cual le permitió dejar a Havertz en posición de disparo. El alemán, sin demasiado protagonismo hasta entonces, dejó un detalle de genio rizando el rizo y continuando la jugada para Mount, que no perdonó a puerta vacía. Minutos más tarde, Saúl hizo un buen robo cuando el Watford estaba saliendo y dejó solo a Pulisic y Havertz para montar un contragolpe de dos contra uno. La asistencia del estadounidense llegó demasiado tarde y Havertz, en fuera de juego, anotó un gol que no pudo subir al marcador. Entonces apareció Dennis, que marcó un buen gol entrando por la banda de Marcos Alonso para imponer su sexto gol de la temporada y la justicia en el marcador.
Tuchel, quizá condicionado por la tarjeta, quitó a Saúl en el descanso y dio entrada a Thiago Silva. Un movimiento sorprendente, ya que este movimiento obligaba a adelantar a Chalobah, principalmente central, al centro del campo.
El Chelsea reaccionó, pero no lo suficiente, y Tuchel apostó por ser más ofensivo. El miedo a un segundo empate consecutivo era real. Y dio entrada, primero, a Ziyech y, segundo, a Lukaku, ambos por dos defensas como Chalobah y Azpilicueta. El once quedó ordenado de tal forma que Pulisic tuvo que actuar de carrilero derecho. Y Tuchel dio con la tecla. Minutos más tarde, ZIyech hacía el 1-2 tras una gran jugada colectiva que desorganizó la defensa de Ranieri.
A partir de entonces, el partido se durmió entre la falta de grandes ocasiones, por mucho que lo intentó el Watford en los últimos minutos, y las continuas interrupciones en uno de los partidos más accidentados del año. Tres puntos complicados que solventó el Chelsea como el líder que, después de estas catorce jornadas, sigue siendo.