Racing, en un clima de final que hasta envuelve a Fernando Gago: “El club está por encima de mi apellido”, dijo el DT
La del sábado, ante Godoy Cruz, en el Cilindro de Avellaneda, será una jornada decisiva: se despedirá Licha López y estará en juego la clasificación a la Copa Sudamericana 2022
Los reflectores apuntarán al banco de suplentes: el ciclo de Fernando Gago no termina de arrancar, con cinco derrotas en siete partidos, y las dudas y los malos humores ya se empezaron a instalar entre los hinchas. En la conferencia de prensa previa al partido (una particularidad porque hasta ahora sólo había ocurrido una vez desde su desembarco en la Academia) el entrenador buscó correrse del centro de la escena: “Racing se juega mucho con este partido. El club está por encima de mi apellido y de cualquiera. No pienso en que si se pierde el partido yo voy a tener que dejar mi cargo. No es lo que quiero ni para lo que trabajo.”
Los cuestionamientos aparecieron tan rápido como fue su llegada al club. No es nuevo para el ex jugador de Real Madrid y Boca. El 2021, su primer año como entrenador, tampoco fue amable con Gago. El inicio de su carrera ha sido a puro vértigo. Pasaron sólo dos meses desde que anunció su sorpresivo retiro como jugador de Vélez en noviembre de 2020 hasta que el 19 de enero Aldosivi le abrió las puertas para su estreno como técnico. No fue nada buena la excursión a Mar del Plata: en 26 partidos ganó siete, empató tres y perdió 16.
El final fue peor: siete caídas en fila. Se despidió con un 30,66% de efectividad en su primer ciclo, con una renuncia el 27 de septiembre. Dos semanas después recibió el llamado de Racing, que transitaba un andar errático: con Claudio Úbeda como técnico interino había ganado sólo uno de los últimos 11 partidos. Fue presentado como nuevo DT de Racing el 21 de octubre. Con sólo dos prácticas hizo su debut. Fue derrota en el Gigante de Arroyito por 2 a 1, ante Rosario Central. Desde que se puso el buzo de entrenador de la Academia lleva cinco caídas y dos victorias. Una cosecha anual que resulta magra y que tendrá una prueba de fuego en esta última fecha del año.
El sábado a las 17, ante Godoy Cruz, se jugará más que un partido. Aunque tanto la dirigencia como el cuerpo técnico ya planifican la pretemporada y el mercado de pases en conjunto y aseguran que la continuidad no corre riesgo, se sentirá un Cilindro a presión, con el condimento emocional de la despedida de Lisandro López. El rival no parece ser el ideal. Gago, como DT de Aldosivi, ya lo enfrentó dos veces en condición de local: cayó por 2 a 1 en su debut como entrenador y también perdió 4 a 1, en septiembre. El Tomba, además, le dio a Racing uno de los tantos golpes del año: lo eliminó de la Copa Argentina en octavos de final.
“Tengo el deseo de que este sea un equipo ganador, que tenga una impronta de juego y que domine los partidos”, había sido su carta de presentación en la primera conferencia. Los números hablan por sí solos: en estos siete partidos la Academia estuvo lejos de ser un equipo ganador. También le costó dominar. Los últimos tres partidos -River, Lanús y Huracán- mostraron un retroceso desde el juego más allá de los resultados. Aunque con el pasar de las semanas los futbolistas sostienen, hacia adentro y en los micrófonos, su convencimiento con el método de trabajo que vienen llevando a cabo en las prácticas, la imagen del equipo se fue desluciendo. “Hubo momentos en los que fuimos de mayor a menor y otros en los que creo que se jugó bien. Estamos en busca de una regularidad desde el juego y desde los resultados”, fue el balance del técnico.
En su corto ciclo, Gago no dudó a la hora de meter mano para variar nombres, esquemas y posiciones. Hubo encuentros en los que apostó por la línea de cinco defensores, otros en los que pobló la delantera con cuatro o cinco jugadores de ataque desde el inicio, pero en todos sostuvo un problema que también arrastraron sus sucesores Juan Antonio Pizzi y Úbeda: el mediocampo. Raro para un hombre que hizo de la mitad de la cancha su propio mundo durante 15 años.
En estos encuentros la Academia vació esa zona del campo, la usó apenas como tránsito, con la intención de ser un equipo directo que busca progresar por las bandas. El buen nivel del juvenil Carlos Alcaraz quizá sea la única buena noticia en ese rubro. Para el partido decisivo de este sábado aún es una incógnita el sistema y los intérpretes.
Gago espera los regresos de Matías Rojas y Eugenio Mena, que se recuperan de lesiones musculares, aunque están al límite. Lo que sí tiene en claro el entrenador es lo que espera, para ahuyentar la tensión y cortar con una racha que se ha tornado demasiado larga para él: “No hay una fórmula. Por eso yo digo que el resultado no me cambia, pero lo necesito. Quiero que el club y estos chicos estén en una Copa Sudamericana”. Ese es el objetivo.