Prescindibles. Por qué Boca decide desprenderse de Edwin Cardona y Sebastián Villa
Los dos colombianos colmaron la paciencia con diversos actos de indisciplina; el Consejo de Fútbol se siente defraudado y pondera la buena convivencia por encima de la calidad futbolística
La salida del volante creativo es un hecho. Su préstamo concluye el último día hábil de diciembre, el club de la Ribera no negoció su compra ni su renovación y deberá regresar a los Xolos de Tijuana, club mexicano que posee los derechos federativos del colombiano. Aunque existen versiones que lo ubican como posible número 10 de Racing a partir de enero.
“Si dependiera de mí, elegiría quedarme”, declaró Cardona después de tener una actuación destacada ante Sarmiento de Junín. La decisión no dependió de él. El Consejo de Fútbol considera que es uno de los mejores futbolistas de la Argentina, pero en el balance se siente defraudado. No solo por el desplante que fue para el club su decisión de priorizar las vacaciones en familia por encima de la serie de octavos de final de Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, sino por diversos actos de indisciplina que astillaron la relación entre ambas partes. La más resonante, la noche previa al partido ante Newell’s, cuando volvió a la concentración (junto a Zambrano y Villa) ”en condiciones físicas no aceptables”.
En el plano futbolístico, los números tampoco lo ayudan. En 2021 Cardona jugó apenas 30 partidos (solo 5 completos) y marcó 4 goles.
Todo es mucho más complejo en lo referido al delantero. Ocurre que entre Sebastián Villa y Boca hay un vínculo contractual que en febrero pasado se extendió hasta diciembre de 2024. En este sentido, el club está en un laberinto en el cual le resulta difícil encontrar una salida que conforme a todos.
Está claro que el colombiano es uno de los futbolistas top del plantel. Su valor de reventa es importante y el Consejo considera que es “el jugador a vender” en este mercado de verano.
Al mismo tiempo, el futbolista pateó el tablero y presionó para irse a mitad de año, algo que finalmente no ocurrió. A pesar de las disculpas y el “indulto”, el vínculo quedó astillado y nunca se recompuso. Principalmente porque Villa (35 partidos y 11 goles en el año) jamás volvió a exhibir el muy buen nivel que llevó a la institución a mejorarle su contrato a comienzos de año. Pero además, porque los conflictos y la tensión continuó a lo largo de todo este segundo semestre.
Pero Boca no lo va a regalar. Aquella oferta desestimada al Brujas, de Bélgica, sienta las bases de cualquier negociación futura. Entonces eran cerca de US$ 7.000.000, más otros dos millones por objetivos y un porcentaje de una futura venta. Villa no se irá por menos de ese monto. Sobre todo porque su pase pertenece en un 70 por ciento al Xeneize, y el resto a Deportes Tolima.
Ahora bien: así como el club tiene decidido desprenderse de uno de sus activos más importantes, lo concreto es que debe llegar una oferta que colme las expectativas de la dirigencia.
El destino del delantero estaría en el Dinamo de Moscú. Si bien no trascendieron cifras, la institución de Rusia picó en punta y es el principal interesado en sumar al colombiano. La propuesta fue acercada al club por un intermediario y en estos días es analizada por el Departamento de Fútbol que lidera Juan Román Riquelme.
Más claro: hace rato que en Boca ya le bajaron el pulgar a Villa. No forma parte de la planificación 2022 y será el primero en hacer las valijas. Bajo rendimiento, su pésima estrategia para emigrar a Europa en julio y sus frecuentes actos de indisciplina lo alejan de Brandsen 805, y del predio de Ezeiza, a más de 14.000 kilómetros.
El club de la Ribera pretende que el año próximo solo se hable de fútbol cuando se nombre a Boca. Saben que es difícil, por el elevado porcentaje de horas de radio y TV que se le dedica a la institución que preside Jorge Ameal. Pero apuntarán a aquella máxima utilizada con frecuencia por Carlos Bianchi, y que tantas alegrías le dio a los hinchas: la necesidad de contar con jugadores inteligentes en el plantel.