Ozil espantó a Rangnick
El nuevo técnico del United rechazó ser el sucesor de Wenger en el Emirates debido a que el Arsenal no le consultó el contrato astronómico del alemán.
En 2018, cuando Arsene Wenger se marchó del cargo tras 22 años, el Arsenal llamó a la puerta de Rangnick. Mientras tanto, renovó el contrato de Mesut Ozil por más de 400.000 euros a la semana, en lo que era el mejor contrato de la historia del club. En ese momento, el internacional alemán contaba con un gran estatus, estaba en su madurez deportiva a sus 29 años y quería continuar en el Emirates hasta 2021.
La operación económica era arriesgada, pero deportivamente parecía un éxito. En la mente de Rangnick, un ideólogo a la hora de conformar plantillas, ese trato no podía cerrarse sin la aprobación de un entrenador detrás. Es por ello por lo que decidió rechazar la propuesta del Arsenal: un compromiso así condicionaba demasiado a la entidad en el medio plazo.
Pero en el orgullo de Rangnick y el valor y significado que le da a su profesión había algo más. No solo era el pacto con Ozil, sino que se hiciera sin comentarlo con él a la hora de elegirle como su nuevo entrenador. Él quería volver a los banquillos y finalmente lo hizo en la 18-19 con el Leipzig, al que antes ya servía como asesor deportivo.
El 'no' al Chelsea
Rangnick fue tentado por el Chelsea el pasado mes de enero, cuando destituyó a Frank Lampard. En este caso, el problema fue contrario. Los 'blues' le ofrecían el asiento en la butaca de Stamford Bridge, pero solo en la del césped. Al actual técnico del United le gusta dejar huella en los clubes por los que pasa y quería ocupar un puesto en la gerencia una vez se pusiera fin a su etapa como entrenador. No estaba en la oferta, por lo que su respuesta fue negativa.