Ni con Saúl ni sin él

El Chelsea volvió a tropezar y queda a seis puntos del City. El centrocampista entró al descanso, sin éxito. Kovacic volvió dos meses después.

Aritz Gabilondo
As
El Chelsea sigue con sus problemas de las últimas semanas. El equipo de Tuchel se ha caído por completo y otro tropiezo, el cuarto en las seis ultimas jornadas, le dejó a dos partidos de distancia del City, que no falló. La Premier poco a poco se le escapa al campeón de Europa. El conjunto 'blue' volvió a protagonizar un ejercicio de impotencia con balón en Wolverhampton, una plaza en la que hay estar muy fino en el juego de posición. Justo ahí es donde más sufre el Chelsea, que ha pasado de ser un equipo tremendamente fiable a uno al que le han entrado las dudas.


Pudo ser peor, incluso. Los Wolves llegaron a marcar en la primera mitad por mediación de Podence, pero el tanto fue anulado. A partir de ahí, el dominio fue total del Chelsea aunque con poco peligro. Tuchel optó en el descanso por Saúl, al que por fin ubicó en su posición de mediocentro. Ya en la víspera había elogiado el español, pese a las críticas que está recibiendo, y refrendó esta confianza introduciéndolo al partido como primer cambio del equipo.

La niebla fue cayendo al mismo tiempo que al Chelsea se le acababa el tiempo. Kanté, el mejor de los Blues, lo intentó de todas las maneras. Incluso entró Kovacic después de dos meses de lesión, un futbolista fundamental y al que ha echado mucho de menos Tuchel. Sin embargo, no hubo grandes ocasiones salvo un mano a mano de Pulisic que sacó bien José Sa.

Sin Havertz, Lukaku ni Werner, los londinenses apelaron al orgullo para tratar de marcar. Algo parecido a los últimos partidos, en los que les salvó gente como Rudiger o James. Las bajas por COVID remarcaron la tendencia que se viene repitiendo en los últimos partidos: el Chelsea no es el que era. Da igual quién juegue. También Saúl.

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