La persistencia de la inflación y la reunión de la Fed afectaron a un Wall Street que cerró en negativo
Los principales índices terminaron en rojo. El presidente del Banco Central de EEUU encabeza un encuentro poco después de que se difundieran los datos del aumento de precios mayorista
La variante ómicron del coronavirus, que se está propagando rápidamente, también ha frenado el ánimo de los inversores después de que el índice S&P 500 alcanzó un máximo histórico al cierre de la semana pasada.
Los descensos estuvieron encabezados por los valores de gran capitalización relacionados con la tecnología, con Salesforce.com, Microsoft Corp, Adobe y Alphabet Inc arrastrando al S&P 500 y al Nasdaq.
Apple Inc bajó un 0,8%, pero terminó lejos de sus mínimos de la sesión después de que el fabricante del iPhone dijo que exigiría a los clientes y empleados que lleven mascarillas en sus tiendas ante el aumento de los casos de COVID-19.
Según datos preliminares, el S&P 500 perdió 34,04 puntos, o un 0,73%, a 4.634,30 unidades, mientras que el Nasdaq Composite cayó 171,54 puntos, o un 1,11%, a 15.241,74. El Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 99,45 puntos, o un 0,28%, hasta 35.551,50 unidades.
Datos del Departamento de Trabajo mostraron que el índice de precios al productor (IPP) para la demanda final en los 12 meses hasta noviembre se disparó un 9,6%, su mayor aumento desde noviembre de 2010.
Alrededor de dos tercios de los valores del Nasdaq cotizaban por debajo de su promedio móvil de 200 días, según datos de Refinitiv, lo que sugiere que muchos valores del índice están pasando apuros, aunque el índice general se mantiene sólo un 6% por debajo de su cierre récord de noviembre.
“El COVID más la inflación es el Grinch que robó la Navidad”, dijo Jake Dollarhide, director ejecutivo de Longbow Asset Management. “No subestimo el hecho de que hay algunos grandes nombres del Nasdaq que ceden algunas de sus grandes ganancias. Cuando los líderes caen, no es una buena señal”.
Además, las acciones mundiales caían el martes y el dólar se fortalecía a un máximo de casi una semana, ya que los inversores observaban con nerviosismo la propagación de la variante ómicron del coronavirus y esperaban las numerosas decisiones que tomarán los bancos centrales esta semana.
Los principales bancos centrales se reúnen esta semana, empezando por la Reserva Federal de Estados Unidos, para evaluar los riesgos que plantea ómicron y decidir cómo y cuándo reducir las medidas de emergencia relacionadas con la pandemia puestas en marcha a principios del año pasado.
Se espera que la Fed anuncie un ritmo de reducción de estímulos más rápido cuando concluya su reunión del miércoles. La Fed se enfrenta a una inflación que se sitúa en más del doble de su objetivo formal del 2%, con una tasa de desempleo baja y unos salarios en aumento, lo que podría indicar que el pleno empleo está cerca.
Mientras que algunos inversores se mantienen al margen, reacios a tomar nuevas posiciones antes de fin de año, otros siguen contentos con “comprar la caída”, una estrategia que ha tenido éxito durante el fuerte repunte de 2021, dijo Benjamin Bowler, analista de renta variable de Bank of America.
“Los mercados pueden seguir corriendo mientras creen que hay un suelo sólido bajo ellos, y sólo cuando miran hacia abajo la gravedad entra en acción”, escribió Bowler en una nota.
En las materias primas, el crudo estadounidense caía un 1,28%, a 70,38 dólares por barril, y el Brent restaba un 1,26%, a 73,45 dólares.