La FIFA limitará las comisiones de los agentes
El máximo organismo del fútbol quiere ser quien recaude y transfiera el dinero, fijar la ganancia en un tope del 10% y que no se pueda representar a la vez al jugador, al club comprador y al vendedor
La nueva normativa, a cuyo borrador ha tenido acceso EL PAÍS, señala que un agente solo podrá formar parte de una operación representando a un jugador y al club comprador, y como máximo se llevará un 3% de cada uno. En muchos casos, el apoderado representaba a las tres partes, club vendedor, futbolista y club de destino. Esto ya no será posible. La máxima comisión que podrá percibir un representante será del 10%, siempre y cuando solo trabaje para el club vendedor, es decir, que haya contribuido a encontrar destino al futbolista. Además de limitar las ganancias, con esta medida la FIFA también trata de evitar conflictos de intereses. Cuando un representante trabaja para las tres partes implicadas en una transferencia se siembra la duda de cuál de ellas es la más beneficiada por su trabajo, si el club vendedor, el comparador o el jugador. Entre las rondas de consultas que ha hecho el grupo de trabajo se han encontrado quejas de futbolistas que han relatado cómo los representantes se han llevado cantidades cuatro veces superiores a las que ellos recibieron como prima de traspaso.
El control del flujo de las comisiones es otro de los grandes puntos de discordia. La FIFA pretende controlar los pagos, siendo este organismo el que los distribuya y los transfiera al país de residencia de los representantes. Con esto se quiere evitar el pago de comisiones en paraísos fiscales, y una mayor transparencia económica. Un organismo de nueva creación, denominado Clearing House, será el encargado de controlar y repartir las comisiones.
La FIFA también ha dispuesto una serie de condiciones para otorgar la licencia a los representantes. La primera es pasar un examen sobre la legislación de las transferencias. Para mantener la licencia accederán a un sistema de créditos matriculándose en cursos de actualización que correrán a cargo de la FIFA. Para ser admitidos también habrá un control reputacional con el que se intenta alejar del mundo del fútbol a individuos condenados por cargos penales graves. Así, no serán admitidos los que hayan recibido penas de al menos 12 meses de prisión por asuntos relacionados con crimen organizado, narcotráfico, corrupción, lavado de activos, evasión fiscal, abuso sexual, explotación o trata de niños. Tampoco podrán acceder a la licencia personas con una suspensión de al menos dos años, descalificación o expulsión por parte de cualquier autoridad reguladora u organismo rector del deporte por incumplimiento de las reglas relacionadas con la ética y la conducta profesional.
Conflicto de intereses
La agencia o la empresa para la que trabajen no debe tener ningún interés en un club, academia o liga. En los cinco años anteriores a la presentación de una solicitud de licencia y posteriormente después de haberla recibido los agentes no podrán haberse declarado en quiebra personalmente o haber sido un alto cargo de una empresa quebrada o que haya sido liquidada. Haber trabajado en los 12 meses anteriores a la solicitud de la licencia en casas de apuestas deportivas también será motivo para la denegación.
Ante esta batería de medidas, se anuncia una dura batalla legal en los tribunales europeos. En conferencia con medios internacionales, el español Emilio García Silvero, director de los servicios jurídicos de la FIFA, afirmó que “este nuevo reglamento se ajustará a la normativa europea y sus consecuencias serán proporcionadas”. Tanto el Consejo como el Parlamento Europeo ya han dado su visto bueno al nuevo reglamento de agentes de jugadores en los informes en los que también se posicionaron en contra de competiciones cerradas de clubes como la Superliga.
Las grandes ligas acumulan el 77 % de los pagos a intermediarios
Según un informe de la FIFA, en 2021 se completaron 17.945 transferencias internacionales de jugadores profesionales masculinos registrados en su sistema de transferencias (TMS). De estos, 3.545 (19,8%) involucraron al menos a un intermediario. Además, 494 de los 4.525 clubes (10,9%) que registraron una transferencia internacional también contrataron un agente como parte del proceso, y de los 15.533 jugadores que cruzaron fronteras este año, 2.452 (15,8%) estuvieron representados o asistidos por un intermediario. Los clubes europeos registraron el 95,8% de los 450 millones de euros gastados en concepto de comisiones. Los clubes de Inglaterra (118 millones de euros), Alemania (75), Italia (64), España (31), Francia (27) y Portugal (27) alcanzaron el 77% de la suma total mundial del pago en comisiones.
Aunque el gasto global de los clubes en materia de fichajes bajó por segundo año consecutivo (con descensos del 13,9% en 2021 y del 23,4% en 2020), esta bajada no acarreó una reducción del gasto en comisiones a intermediarios, que permaneció al mismo nivel que en 2020 e incluso registró una ligera subida del 0,7%. Según otro informe que este año ha elaborado la FIFA, a lo largo de la última década se han abonado 3.200 millones de euros en concepto de servicios de intermediarios en traspasos internacionales.
El informe también revela que se completaron 1.287 traspasos internacionales de jugadoras, 300 de los cuales (un 23,3%) involucraron los servicios de al menos un intermediario. El número de traspasos en el fútbol femenino en los que el club de destino contrató los servicios de un agente registró un aumento del 12,9 % en 2021.