La eficacia de la tercera dosis se reduce por Ómicron a las diez semanas
Un estudio de la Agencia Sanitaria británica revela que las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID pierden efectividad frente a la variante Ómicron.
Las vacunas desempeñan un papel importante a la hora de neutralizar la gravedad de la enfermedad, pero no la transmisión de la misma, ya que esta variante es más contagiosa que sus predecesoras, según indicó la OMS. Por ello, un estudio científico por la Agencia Sanitaria del Reino Unido ha revelado la eficacia y capacidad de las terceras dosis de las vacunas frente a la variante sudafricana, donde han participado 147.597 relacionados con la variante Delta y 68.489 contagiados por Ómicron.
¿Cuál es la efectividad de la tercera dosis frente a Ómicron?
El informe publicado por la agencia británica manifiesta que la tercera dosis de la vacuna pierde protección a causa de Ómicron a partir de las diez semanas, desde la inoculación del primer refuerzo. Del mismo modo, el estudio vaticina la posibilidad de recibir una cuarta dosis a lo largo del 2022 debido a la propagación de esta mutación más contagiosa.
Las personas que recibieron la pauta completa con Pfizer y recibieron la dosis de refuerzo de la misma farmacéutica, la eficacia se reduce a un 70% durante el primer mes, ya que después de las diez semanas disminuye a más de la mitad. Al igual, que los que se vacunaron con dos dosis de AstraZeneca y recibieron el refuerzo de Pfizer o Moderna, la eficacia se reduce en torno a un 60% en las primeras cuatro semanas y en dos meses y medio se disminuye entre el 30 y 45%.
La nota positiva de este estudio es para los inmunizados con las tres dosis de Moderna, ya que este fármaco de refuerzo tiene una eficacia del 70% contra la variante Ómicron, una vez superadas las diez semanas desde su aplicación.
La importancia de las terceras dosis para evitar el colapso sanitario
Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública, ratifica la importancia de la aplicación de la tercera dosis, ya que los datos revelan que las personas con la tercera inyección tienen una probabilidad entre tres y cuatro veces menor de contagiarse que los que solo tienen dos dosis.
Además, es sustancial la vacunación con esta dosis de refuerzo en personas con patologías previas, ya que disminuye el riesgo de hospitalización y a su vez el de muerte. Algunas enfermedades del sistema inmunitario reducen la eficacia de las vacunas debido a la debilidad en la producción de anticuerpos. "Enfermedades como el cáncer, diálisis o enfermedades que afecten al sistema inmune son las primeras candidatas a la tercera dosis de la vacuna, ya que pueden restar cierta inmunidad", según relata Hernández.