En la tarde de la despedida de Licha López, los goles del triunfo de Racing ante Godoy Cruz los hizo Javier Correa y la Academia entró en la Sudamericana
El equipo de Gago se impuso 2-1, por la última fecha del campeonato local; los hinchas ovacionaron al ídolo, que fue reemplazado a los 16 minutos
Ya al minuto de juego se adivinó que la tarde de la despedida de Lisandro no iba a ser la soñada. Mauricio Martínez lo habilitó, el capitán definió de zurda al gol pero el asistente Juan Pablo Belatti marcó el offside. Fue el primer indicio. Luego se le notó cierta molestia para correr. Aunque la fiesta estaba preparada y Licha quería tener sus últimos minutos en el campo de juego, el cuerpo técnico ya sabía que no estaba en condiciones de jugar.
Aguantó 15 minutos. Justo su número emblemático. Salió al mismo tiempo que los hinchas le regalaban el homenaje que habían preparado para su último ídolo. Fue la escena final de un año fatídico para el goleador, que había arrancado este 2021 con la idea de instalarse en el Atalanta United de la MLS pero situaciones familiares lo trajeron de nuevo a la Argentina.
En su reemplazo entró Javier Correa. En la primera que tocó el cordobés la pelota le quedó como espera todo delantero: picando en el área para su pierna hábil, sin oposición. En el festejo se llevó el dedo a la sien, la marca registrada de Lisandro López en su carrera, y fue a abrazarlo al banco de suplentes. La tarde parecía empezar a encaminarse para Racing, que necesitaba los tres puntos para cerrar de la mejor manera un año también opaco.
Duró un suspiro. Enseguida Godoy Cruz empezó a mandar en el juego, a otro ritmo que el equipo local. Tres minutos después del tanto de Correa, Ezequiel Ballaude marcó el empate tras una buena jugada tombina. El dominio no terminó ahí: el palo le negó la ventaja al equipo mendocino, que se podría haber ido al vestuario en ventaja. Y el Cilindro hubiera sido una caldera.
Lo mejor del partido
El incendio futbolístico que se avecinaba lo apagó Carlos Alcaraz, al inicio del segundo tiempo, con una pared, una pausa y un pase preciso para que Correa marcara otro tanto. Cuando otra vez los hinchas empezaban a expresar su disconformismo, la ventaja sirvió para cambiar los ánimos. El goleador se largó a llorar en el festejo, a modo de descarga. Esa era la tensión con la que llegó la última fecha Racing.
El 2 a 1 modificó el clima pero no el trámite del partido. Godoy Cruz siguió dominando. Tuvo tres chances de empatar en la misma jugada, pero la suerte esta vez estuvo pintada de celeste y blanca. Para los últimos 15 minutos ingresó Darío Cvitanich, a pedido del público. Lo que iba a ser el homenaje a Lisandro mutó en la despedida a Cvitanich, un jugador que en dos años no tuvo demasiado protagonismo ni goles, pero se metió en el corazón de los hinchas por sus tantos para la Superliga 18/19 y sus apariciones en los partidos importantes.
Ni Cvitanich ni Lisandro pudieron convertir en su salida del club, pero el abrazo final de despedida se lo dieron en un contexto de alegría. No es poco para este momento de Racing.