El Scudetto se juega en Milán
Con el 4-2 ante el Empoli, el Milan cerró la primera vuelta a cuatro puntos del Inter, mientras que el Nápoles cayó con el Spezia alejándose de la pelea.
El marcador mostró un castigo demasiado grande para el conjunto de Andreazzoli, cuya actuación volvió a ser muy positiva, pero al final marcó la diferencia la calidad de los nombres propios rossoneri.
Kessié fue el gran protagonista de la noche: el técnico lo alineó, en lugar de Brahim, a espaldas de Giroud, y el mediocampista respondió con dos goles. Un remate a pase del punta y un zurdazo raso para responder al 1-1 de Bajrami (que llegó con la 'ayuda' de Maignan) sirvieron para encaminar un partido muy complicado, que se puso cuesta abajo gracias a una falta de Florenzi, que valió el 1-3 tras un disparo al larguero del mismo albanés.
Theo, tras un centro de Saelemaekers, empujó entre palos también el 1-4, y después penalti de Pinamonti en el 84' encendió el intento de arreón final de los locales, que no tuvo éxito.
El Milan, entonces, cierra la primera vuelta a cuatro puntos del liderato ocupado por el Inter, mientras que el Nápoles vuelve a alejarse y canceló muy rápido la alegría por la victoria de San Siro. Los de Spalletti cayeron increíblemente ante el Spezia, que triunfó en el Maradona sin rematar ni una sola vez gracias a un absurdo tanto en propia puerta de Juan Jesus. Los sureños apenas cosecharon ocho puntos en las últimas ocho jornadas: las lesiones los han derretido.