Cayeron las muertes globales por coronavirus en una semana a pesar del fuerte crecimiento de casos por la variante Ómicron
El informe de la Organización Mundial de la Salud sugiere que la nueva cepa no se asocia con una mayor gravedad en la salud de las personas sanas que la contraen
Según el informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 20 al 26 de diciembre se confirmaron 4,9 millones de casos en el planeta, la cifra más alta en casi siete meses, mientras que los fallecidos fueron 44.000, un número muy similar al registrado cada semana de los últimos tres meses.
América fue la región que registró un mayor aumento de casos la semana pasada, del 39% (1,4 millones), mientras que Europa lideró en cifras absolutas, con 2,8 millones de contagios, un 3% más que en los siete días anteriores.
En África, donde los contagios llegaron a duplicarse en semanas anteriores, en esta ocasión hubo un aumento más moderado en los casos, del 7% (274.000), mientras que en Asia Oriental los casos se mantuvieron estables (238.000), en Medio Oriente bajaron un 3% (76.000) y en el sur de Asia un 12% (76.000).
Pese al descenso general en el número de muertes hubo un preocupante aumento del 72% en los decesos por COVID-19 en África (952), aunque en cifras absolutas ese número fue muy inferior a los fallecidos en Europa (23.900, un 12% menos que en la semana anterior) y en América (12.700, un 7% más).
Estados Unidos fue el país que más contagios confirmó la semana pasada (1,1 millones, un 34% más), seguido de Reino Unido (611.000, un 20% más), Francia (504.000, un 41% más) e Italia (257.000, un 62% más).
En la parte positiva, en Alemania, uno de los primeros países en sufrir la actual ola de contagios, éstos bajaron un 30% en los siete días estudiados y se situaron en 197.000, y en Sudáfrica, primer país en detectar la variante Ómicron, el descenso fue del 29% con respecto a la semana anterior (115.000 positivos).
En cuanto a la campaña de vacunación global contra el COVID-19, se han superado ya las 9.000 millones de vacunas administradas, con las que el 57% de la población mundial ha recibido al menos una dosis, aunque este porcentaje baja al 8% en los países de ingresos bajos.