Boca: Cristian Pavón y las voluntades a contramano: los dirigentes quieren renovarle el contrato, pero el wing pretende irse
El delantero, autor de dos goles en la victoria ante Central Córdoba por 8-1 y ejecutor en las definiciones por penales, tiene vínculo con la Ribera hasta junio de 2022
No obstante, son varias las especulaciones del Mundo Boca alrededor de su gran partido. ¿Su enorme función del sábado fue porque, al igual que el resto, se sacó la pesada mochila de cumplir los objetivos en los últimos días? ¿Su gran nivel -y la forma feroz de gritar sus goles- pasó por demostrar que tiene ganas de continuar en el club? ¿O fue una forma grata de despedirse de la Bombonera porque insistirá en que lo vendan?
El 6-0, con amago y de zurda
El 30 de junio próximo finaliza su vínculo y en este mes deben sentarse a negociar la renovación, debido a que en poco tiempo ya puede hablar con otra institución, mantenerse en Brandsen 805 hasta cumplir el contrato y, llegada aquella fecha, irse sin dejar un centavo. Boca siempre ha dado muestras de querer contar con él, pero enfrente hubo un futbolista que dio tantas vueltas como las seis que contabiliza en el club desde su debut en 2015. Del lado del delantero afirman que el ofrecimiento económico para la renovación es bajo y por eso pretenden buscarle un destino al fútbol europeo.
Cuando entra al campo puede tener malos días (como todos), pero jamás deja su energía natural de lado; cuando está afuera, su cabeza piensa en otros destinos. Eso sí: siempre ha hecho referencias a querer ser transferido para que las arcas Xeneizes reciban buen dinero. Pero si no se definen por una cosa u otra...
El penal a Talleres
Puertas adentro siempre tuvieron claro que Pavón no tenía intenciones de volver a vestir la camiseta azul y oro. El primer indicio fue hace un año, cuando el por entonces equipo de Miguel Ángel Russo se estaba jugando las instancias decisivas de la Copa Libertadores 2020. Para las semifinales había posibilidades de modificar la lista de buena fe y querían integrarlo. Tanto que Marcelo Delgado lo llamó tres semanas antes del pasado fin de año para invitarlo a presentarse en el predio de Ezeiza y ponerse a punto para ser considerado.
El 1-0, tras una jugada preparada
Del otro lado del teléfono estuvo la negativa. El argumento, le contaron a este diario desde Boca (y admitieron desde el entorno del cordobés), fue el deseo de la formalidad: por más que ya estaba eliminado de los play-off y él pasaba tiempo libre en su Anisacate natal, el préstamo con Los Angeles Galaxy no había finalizado y prefería respetar lo firmado, prometiendo retornar el 1 de enero del 2021. Es decir, se negó a estar en la serie finalmente perdida ante Santos.
Además, terminó presentándose una semana más tarde: alegó la espera de los resultados de una PCR realizada en vano, porque en la Ribera lo hisoparían como correspondía. La pauta era clara: muchas excusas.
Luego, el planteo que hizo Pavón sobre operarse de una fibrosis en ambos tobillos que lo aquejaba hacía años. Si bien en el club nunca se negaron, sí se preguntaron por qué justo en su retorno a Boca y no cuando estaba en su ciudad relajado, pudiendo ahorrar los tiempos de recuperación. Sin embargo, la cirugía se produjo y recién pudo ser útil a fines de abril.
Y lo fue, al menos desde la consideración. Si bien no se ganó firmemente la titularidad, tuvo una buena cantidad de oportunidades con ambos entrenadores. Mientras que con Russo participó en 16 de los 17 encuentros que hubo desde su reaparición hasta la salida del DT (11 de titular), con Sebastián Battaglia tuvo minutos en 20 de los 22 que tuvo el ciclo este año (12 de titular). Con el primero no hizo goles, acaso en una etapa crítica en la que el equipo convertía poco y hasta no remataba al arco rival, pero con el actual técnico sí convirtió otros dos goles además de los que firmó el sábado: a Platense (3-1) y a Lanús (4-2).
Claro que su nivel no fue el esperado en todo este tramo, de la mano de un rendimiento colectivo apático. Si hay algo que merece ser resaltado fue su personalidad para ser parte de muchas de las definiciones por penales que afrontaron los boquenses: se transformó en un habitual ejecutante desde los once metros.
Ingresó al campo un minuto antes de que finalice la semifinal ante Racing por la Copa de la Liga sólo para que pateara en la serie: convirtió pese a que Boca perdió. Asimismo, remató ante River (octavos de final), Patronato (cuartos) y Talleres (final) por la Copa Argentina, inflando la red en cada tanda. Más: el gol que le hizo al Granate, por el Torneo 2021, también fue por esa vía.
Boca quiere sentarse a charlar. Lo considera un futbolista capaz de rendir aún mejor de lo que lo hace. No obstante, lo de Pavón no es recíproco y, a sus casi 26 años, quiere ir a Europa, pero ese objetivo no aparece. Pareciera que el único atajo es que aparezcan desde Los Angeles, al menos para otro bienestar económico. ¿Y si no lo venden en este mercado? ¿Boca le permitirá seguir jugando? Este es otro de los interrogantes que debe resolver el Consejo liderado por Riquelme.
Cuando las excusas estaban a la orden del día, la oferta de los Galaxy rondó los U$S 6.000.000, pero no satisfizo al Consejo, que pidió un número apenas más alto que no llegó. ¿Y ahora?