Boca busca reemplazante para Cardona: ¿otro díscolo?

Riquelme ya habló con Christian Cueva, el peruano picante adentro y afuera de la cancha.

Pablo Ramon, Olé

Llega fin de año y comienzan los primeros movimientos anticipando el próximo mercado de pases. Y en ese contexto, Juan Román Riquelme levantó el teléfono para llamar a Christian Cueva, mediocampista ofensivo de la selección de Perú, que hoy juega en Al-Fateh de Arabia Saudita, como potencial reemplazante de Edwin Cardona, quien no seguirá en el club.


Hasta aquí, nada que impacte, sobre todo porque son contactos preliminares, en los que se explora la viabilidad de una incorporación. El punto que llama la atención aquí, es que Cueva es un jugador con problemas de conducta, deportivos y extradeportivos, que en Perú se los califica como “recurrentes”. Sin dudas, una luz roja enorme para un presente de Boca que en los últimos dos años al menos estuvo plagado de escándalos por parte de varios futbolistas.

Cueva, de 30 años, es una de las figuras de la selección que dirige Ricardo Gareca, a quien el mediocampista considera casi como a un padre. Sin embargo, esto no impidió que se manifestara algún roce. De hecho, sucedió antes de la Copa América de Brasil, cuando Cueva apareció en un video en una fiesta con amigos, rompiendo el protocolo antes de la competencia. Gareca lo sacó del equipo titular en las prácticas, aunque finalmente lo utilizó desde el arranque en el debut del torneo (0-4 ante el anfitrión).

Siendo muy chico, cuando recién había debutado en San Martín de Porres en 2007, Cueva desapareció cuatro días para ir a Trujillo, su pueblo natal, para jugar un torneo de fútbol local por un premio llamativo: una vaca. Este pecado de juventud, sin embargo, lo fue manteniendo a lo largo de su carrera.

Ya en Alianza Lima, en 2014, tuvo una fuerte discusión con el entrenador Guillermo Sanguinetti, quien decidió desde ahí sacarlo del equipo y lo tuvo sentado en el banco hasta el final del torneo. En 2015, Christian Cueva y Miguel Araujo dejaron el estadio luego de un 0-4 ante Huracán por la Copa Libertadores, y tuvieron un altercado con hinchas: Cueva se bajó del auto y se armó. Días después, fue amenazado por la barra.

En Brasil llegó al San Pablo y faltó a su primer entrenamiento, lo que marcó para mal la relación con la dirigencia del club. En Santos​ se ausentó a varios entrenamientos, cosa que la dirigencia del Peixe no toleró más, a pesar de haberlo perdonado en más de una ocasión, y le bajaron el contrato.

En su paso por el Yeni Malatyaspor de Turquía las cosas no fueron mejor, cuando discutió con el entrenador durante el entretiempo, luego de que sólo durara 37 minutos en cancha por su mal desempeño como volante derecho. “’El continuó aumentando sus reacciones contra nosotros siendo irrespetuoso hacia mí y nuestro club. Entonces, yo decidí excluirlo del equipo. No creo perdonarlo por ahora”, señaló Hamza Hamzaoglu allá por noviembre de 2020.

Cueva le dijo a Riquelme que estaba interesado en jugar en Boca, club del que se manifestó hincha. El mediocampista tiene un alto contrato en Arabia, pero la chance de estar más cerca de su país de cara al próximo Mundial es una ventaja que Boca podría aprovechar, si es que Cueva se porta bien...


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