YOUNG BOYS 3-ATALANTA 3 / Muriel salva los muebles ante un Young Boys indomable

Una falta del colombiano evita la derrota del Atalanta, que debe ganar al Villarreal para clasificarse. Espectacular 3-3 en el Stadion Wankdorf.

Mirko Calemme
As
El Young Boys, tras haber tumbado al United, estuvo a punto de lograr otra hazaña ante el Atalanta. Los italianos salvaron los muebles gracias a una falta de Muriel sobre la bocina y se jugarán la clasificación en la última jornada, ante el Villarreal. Es un resultado positivo para el Submarino Amarillo, al que ahora le vale un empate en la 'final' Gewiss Stadium.

Los de Gasperini empezaron con fuerza, rozando el 1-0 con un testarazo de Palomino y lográndolo con el imparable Duvan Zapata. El colombiano sumó su décima diana en este curso recibiendo un centro en el corazón del área y girándose con un potente derechazo.

Los de Wagner, empujados por el calentísimo público del Stadion Wankdorf, se agarraron a las llegadas de Elia y crecieron con el paso de los minutos, logrando el empate justo antes del descanso. Siebatcheu aprovechó un córner de Aebischer con un testarazo y además, poco después, la Dea perdió a Zappacosta por lesión.

La doble mala noticia no le quitó fuerza a los de Bérgamo, que comenzaron la segunda parte volcados al ataque y se volvieron a adelantar. Palomino, desde el límite del área, se sacó de la chistera una preciosa rosca, imparable para Faivre.

Los italianos perdonaron la sentencia varias veces y los locales, después, mostraron una vez más las debilidades defensivas nerazzurre evidentes en este curso. La zaga de 'Gasp' quedó sorprendida en un saque lateral, Siebatcheu penetró en el área y centró para Sierro, que puso las tablas sin apuros.

Era el 80' y ese gol desató unos diez minutos finales de locura. Hefti completó la remontada con un latigazo zurdo desde la frontal fulminando a Musso, pero en el momento más negro del Atalanta, reapareció Muriel.

El colombiano saltó al campo en el 87' y su primer balón tocado fue un lanzamiento de falta que se coló en el medio de la barrera local e infló la red, valiendo un 3-3 fundamental para los orobici.

El combate no había terminado ahí, porque un indómito Young Boys hizo méritos para el 4-3 en el descuento, cuando Musso salvó a los suyos varias veces. El árbitro interrumpió el asedio local justo antes del último córner, enfureciendo a todo el estadio, que disfrutó de un partido inolvidable.

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