Yangel Herrera y 'demonio' Mateu
El primer gol del vinotinto dio la victoria al Espanyol ante una Real Sociedad superior y el 'show' del árbitro, quien anuló a destiempo una diana de Isak.
Sin Mikel Merino, David Silva ni Elustondo. Isak, de entrada, en el banquillo. Sensibles bajas que los ‘txuri-urdin’ ni parecieron acusar, en un arranque de control total que pudo culminar a los 17 minutos con un disparo desde la frontal de Le Normand que Diego López, recurriendo a su repertorio de paradas milagrosas, desvió a córner.
Poco a poco fueron espabilando los pericos, conteniendo los malos despejes del primer tramo y atacando. Primero, por la banda de Pedrosa. Y después, aprovechando las irrupciones de un cada vez más entonado Puado, que tuvo el gol en dos arrebatos. Desde dentro del área obligó a lucirse a Remiro. Desde más lejos, y tras una acción individual vertiginosa, estrelló el esférico en el palo. No controlaba el Espanyol los tiempos del partido, a pesar de su centro del campo ‘tocador’ –y con Keidi Bare como única novedad, por el lesionado David López– pero, cuando aparecía, inquietaba.
Un calco del inicio fue la reanudación, con una Real dominadora y volcada, pero ahora capaz también de ensanchar el campo. Desde las bandas llegaron las ocasiones de Portu, casi sin ángulo, un esférico en línea de gol que Sorloth no enganchó por milímetros y un testarazo de Zubimendi que atajó Diego. Pero, sobre todo, un centro-chut de Januzaj desde la derecha que se estrelló en el palo.
Hasta que en el 66’ llegó el show de Mateu Lahoz, en cuyo cuerpo tocaba el balón en un ataque de la Real Sociedad que siguió, el colegiado no detuvo la jugada, y terminó en gol del recién incorporado Isak. Fue entonces cuando decidió Mateu anular la diana y la acción, no sin varios minutos de incomprensible suspense.
Replicaba el Espanyol con un chut de Nico Melamed sobre la meta de Remiro. Y helaba definitivamente la sangre a los ‘txuri-urdin’ con la jugada de Raúl de Tomás que rechazaba Remiro para que, llegando desde atrás, Yangel Herrera penetrase la meta visitante. Un gol que pudo tener sentencia acto seguido, con un pase en profundidad de RdT a Wu Lei, quien no pudo escoger peor control solo ante Remiro.
Trató de seguir a lo suyo la Real, que volvió a volcar en Januzaj su mayor peligro, tanto en un tiro de falta que desvió Diego López como en un pase en profundidad en que tuvo el empate Oyarzabal. El delantero realista, que acabó tumbado sobre el césped, fue la viva imagen del sentimiento ‘txuri-urdin’ al acabar el encuentro.
