Xavi no trae gol
La temporada pasada, Messi y Griezmann marcaron 58 goles del total de 122 que convirtió toda la plantilla, un 47,54 por ciento. Producir juego, en parte, es relativamente sencillo. Culminar acciones es lo más difícil. Y el Barça tuvo a Messi, que convirtió el arte del gol en rutina. Ahora, Memphis lleva cero goles en Europa. Pero tampoco le han acompañado Dembélé, Luuk de Jong, Braithwaite o Agüero. Los dos últimos, por problemas físicos. El holandés, porque el Barça nunca ha creído demasiado en él. Xavi evitó su entrada al campo contra el Espanyol y, lo que es más extraño, contra el Benfica aunque Memphis Depay no podía ni con las botas.
Así que el Barça, en el fondo, está en manos de Ansu, que hizo el gol en Kiev, o de la estrategia, gracias a la cual marcó Piqué ante el Dinamo. Ansu, estrategia y jugadas de asociación que puedan terminar en penalti como en el partido ante el Espanyol. Poco más tiene el Barça, que además no tiene ningún delantero de nivel en la cantera. Entregar Griezmann a cambio de nada fue un grave error de Laporta. Gil Marín le regateó con habilidad con Joao Félix y tuvo que aceptar a De Jong porque no tenía mala. Una gestión pésima que, además, no podrá ya corregir en enero. Fichar un nueve de nivel es imposible porque no hay dinero y el Barça no puede interpretar más papelones estilos Boateng, Braithwaite, De Jong.
No será fácil. Xavi ha traído, sobre todo, ilusión. También algo de idea y juego. Pero no ha podido traer gol. 180 minutos después, el Barça no ha sido capaz de hacer ninguno en juego. Veremos en Villarreal.