Vydra sorprende a los líderes de la Premier League
CARAS ROJAS para Chelsea y claret en todas partes mientras Burnley disfrutaba de la última risa dentro y fuera del campo.
El técnico del Chelsea , Thomas Tuchel, tuvo que tragárselo en el banquillo después de chocar con el número opuesto de Burnley, Sean Dyche, cuando en realidad debería haber dirigido su ira a sus superestrellas fallidas.
A pesar de amenazar con huir con el juego en la primera mitad, los líderes de la Premier League no lograron asestar el golpe de gracia y luego permitieron que los tres últimos rivales recuperaran un punto muy improbable.
Burnley se une al Manchester City como los únicos equipos que le han quitado puntos al Chelsea en casa esta temporada para subrayar la magnitud de su actuación hoy.
Y la sorpresa tardía significa que mientras el equipo de Tuchel se mantiene en la cima de la tabla, su ventaja sobre el City, que ocupa el segundo lugar, se ha reducido a tres puntos.
Ahora hay un descanso de dos semanas internacionales para reflexionar y revisar cómo un juego que se suponía que era una victoria de rutina arrojó un resultado tan inesperado.
Será una quincena cómoda para Dyche, no así para Tuchel, que estará en el campo de entrenamiento todos los días viendo reposiciones de sus jugadores desperdiciando una oportunidad tras otra para alejar a los oponentes solo para dejar que todo se escape.
La doble sustitución de Dyche en la segunda mitad fue una pieza de maestría que inyectó nuevas piernas a su equipo después de haber visto a sus jugadores aferrarse durante la gran mayoría del juego.
Ross Barkley, Thiago Silva, Callum Hudson-Odoi y Atonio Rudiger estuvieron cerca de anotar, pero no lo suficiente y finalmente terminaron costando a su equipo dos puntos en la carrera por el título.
Para ponerlo en perspectiva, una patada aérea especulativa de Maxwel Cornet había sido más o menos de Burnley antes de que los dos suplentes de la segunda mitad de Dyche se combinaran para tomar un punto que se sentirá como tres dada la naturaleza de este partido.
En el minuto 79, Ashley Westwood lanzó un centro al segundo palo frente a la tribuna de Matthew Harding.
Su cabezazo cruzó la portería y encontró a Matej Vydra, quien giró el balón más allá del portero del Chelsea, Edouard Mendy, quien había estado disfrutando de una tarde libre hasta ese momento.
Mantuvieron una calma deliberada solo para frotarle la nariz a Tuchel después de una pelea entre los bancos al principio del juego.
Eso resultó en que Woan, el número dos de Clarets, pronunciara obscenidades contra el técnico del Chelsea y Tuchel exagerara sus celebraciones cuando Kai Havertz puso a su equipo por delante en la primera mitad.
Una sensación hirviente en la línea de banda hasta el pitido final cuando todos los entrenadores se dieron la mano en una competencia de pura sangre.
Burnley viene del suroeste de Londres con un punto poco probable en su batalla contra el descenso y una sonrisa engreída en los rostros después de haber humillado a los campeones de Europa en su propio parche.
Tuchel tendrá que cocinarse en sus propios jugos por un tiempo hasta que se reanude la acción doméstica con un juego contra Leicester el día 20. Incluso con lesiones y enfermedades, el Chelsea debería haber limpiado el piso con Burnley en el papel.
Con el delantero principal Romelu Lukaku recuperado por una lesión en el tobillo, el Chelsea aún había acumulado 11 goles en tres partidos de liga anteriores.
Ross Barkley tuvo su primera apertura en la Premier League en más de un año mientras Tuchel jugaba a la cabeza con su equipo.
Kai Havertz se asoció con Callum Hudson-Odoi en una fuerza de ataque gemela improvisada e inusual que dominó las oportunidades pero no pudo esconderlas.
Havertz, en particular, ha tenido problemas para lograr un impacto esta temporada después de marcar el gol que le valió al Chelsea la Liga de Campeones en mayo.
Pero se recuperó de estar fuera de forma para poner a su equipo por delante en el minuto 33 con un cabezazo de un centro de Reece James.
Havertz también tuvo que levantarse de la primera fila de las gradas después de que el defensa del Burnley James Tarkowski lo volcara sobre la valla.
El alemán desapareció por completo de la vista hasta que una mano levantada pidió ayuda y fue devuelto a la acción y dos minutos después asintió con la cabeza en su primer gol de la Premier League desde agosto.
Pero no pudieron aprovechar la ventaja de un gol y mientras Tuchel estaba perdiendo su batalla en la línea de banda con Dyche, los jugadores del Chelsea tampoco lograron darle el golpe asesino a Burnley y finalmente pagaron el precio.
