Vinicius, nuevo 'galáctico'
El brasileño se gana el apodo de 'galáctico' con su juego, que le transforma en más determinante de cara al gol y en sus decisiones, cuestiones por las que fue criticado.
Pero desde entonces, Vinicius, un jugador con velocidad, regate, pero peleado con la toma de decisiones y, sobre todo, con el gol, algo cumbre en un delantero, se ha ido convirtiendo en un jugador con unas condiciones impresionantes, implosivo, vistoso… y lo que antes se le echaba en cara (la falta de gol y la toma de decisiones) se ha convertido en beneficioso para él y, sobre todo, para el equipo en un giro de 180 grados lento pero progresivo. Los datos de su mejoría son notables: su promedio de precisión en el pase se ha disparado hasta casi un 87% (86,9%), un punto más que la pasada campaña, seis respecto a la 2019-20 y ¡diez! en relación a la 2018-19, la de su debut en el conjunto madridista.
Otros 'Galácticos', a los 21 años
Raúl
Debutante en el conjunto blanco con apenas 17 años, Raúl González Blanco es uno de los grandes estandartes del Real Madrid de finales del siglo XX y comienzos del XXI. A sus 21 años, Raúl ya contaba con dos Ligas (1994-95 y 1996-97), una Champions (1998), unos Juegos Olímpicos (Atlanta-1996) y disputaba su primer Mundial (Francia-98), en la que anotaría su primer gol en una cita mundialista en la derrota ante Nigeria (2-3). Ya empezaba a asomar en las candidaturas a poder ganar el Balón de Oro, algo que no lograría.
Figo
Considerado como el primer ‘galáctico’ al ser el primer gran fichaje de Florentino Pérez al pagar 60 millones por él, ganó el Balón de Oro en 2000 debido a sus formidables actuaciones tanto con el conjunto blanco, el Barcelona y, sobre todo, la selección portuguesa en la Eurocopa de Bélgica y Holanda en ese año. Crecido en las filas del Sporting de Portugal, a sus 21 años ya había abanderado una exitosa generación de futbolistas portugueses, apodada Geraçao de Ouro, con la que se había proclamado Campeón de Europa Sub-16 (1989) y Campeona Mundial Juvenil dos años después, en 1991.
Zidane
El marsellés había dejado su hogar natal a los 14 años para irse a jugar al Cannes, donde estuvo viviendo en casa de un directivo, Jean-Claude Elineau, y donde conoció a la que hoy es su mujer y su gran amigo dentro del mundo del fútbol, David Bettoni. Con 20 años fichó por el Girondins de Burdeos, donde se daría a conocer al resto del continente europeo con grandes actuaciones que le llevaron a debutar con la selección francesa (1994) y a fichar en 1996 por la Juventus de Turín.
Ronaldo
Criado, forjado y educado (futbolísticamente hablando) por Jairzinho, Ronaldo Nazario se hizo popular al ser fichado por el Cruzeiro cuando apenas tenía 16 años. Su habilidad, técnica, alegría en el juego y, sobre todo, su olfato goleador (sumaba 59 goles en 57 partyidoshizo que fuese convocado por Zagallo para acudir al Mundial de Estados Unidos-1994. No jugó ni un solo minuto, pero ese año fue fichado por el PSV holandés para sustituir a Romario, que había fichado por el Barcelona un año antes. En Holanda se consagraría, haciendo que el Barcelona pagase 2.500 millones de pesetas por él (unos 15 millones de euros). Tras un año en el que ganó Copa, Supercopa y Recopa, en 1997 se marchó al Inter de Milán, donde estaría hasta 2002, año en el que fichó por el Real Madrid tras haber ganado el Mundial de Corea y Japón.
Cristiano Ronaldo
Tras destacar en las filas del modesto Andorinha, Cristiano Ronaldo pasó a las categorías inferiores del Sporting de Portugal, club en el que comenzaría a despuntar de una manera categórica: pasó por tres equipos (el equipo juvenil, el filial y el primer equipo) en apenas una campaña. Tras jugar unos minutos en un partido de competición europea ante el Inter de Milán en el verano de 2002, una portentosa actuación en el encuentro reinaugural del estadio José Alvalade (modernizado para la Eurocopa de 2004) ante el Manchester United, hizo que Alex Ferguson apostase fuertemente por su fichaje. Sería en su cuarta campaña como red devil (la 2006-07) la de su explosión: marcó más de 20 goles y ganó la Premier por primera vez.
Su juventud (apenas 21 años) le vislumbra un futuro espectacular. Por ese motivo, el club espera renovarle el próximo verano con unas cifras acordes a su estallido: renovará hasta 2028, le situará en el segundo escalón salarial de jugadores (pasará a cobrar unos ocho millones de euros por temporada) y tendrá una cláusula de rescisión de 1.000 millones. Un contrato ‘galáctico’ acorde a lo que ha logrado con su trabajo y esfuerzo… siempre bajo la supervisión de Ancelotti, un técnico que, con mano de hierro en guante de seda, sabe exprimir a sus jugadores. El italiano ha ido perfilando y modelando las cualidades del joven brasileño, y como un maestro le ha ido puliendo sus remates cara a la portería rival. Si antes se le criticaba su ausencia de gol, ahora no tiene problemas para lograr marcar.
A todo esto se suma su irrupción con la selección brasileña. Pese a no tener continuidad en el once pentacampeón del mundo, y siguiendo la estela de lo realizado en el Madrid poco a poco se va convirtiendo en uno de los importantes de Tite. Sin ir más lejos, el pasado jueves fue clave en el triunfo que daba a los brasileños el pase al Mundial de Catar ante Colombia (1-0). Y eso que Tite le había dejado fuera en un primer momento, pero la lesión de Firmino le abrió esa posibilidad. Salió tras el descanso por Fred, y sus asociaciones con Neymar se convirtieron en todo un dolor de cabeza para los colombianos. Ante Argentina revolucionó el choque con una lambretta y un remate que se fue fuera por poco. Ahora tiene semanas por delante para seguir tirando del carro del Real Madrid. Ha vuelto a llegar su momento. Una vez más...