Reinier es un caso perdido
Sólo lleva 156 minutos este curso en el Dortmund; el pasado fueron 339 en toda la temporada. Con todo, el Borussia no parece proclive a romper la cesión.
El curso pasado fue malo para el brasileño, sin paliativos: apenas jugó 339 minutos en toda la temporada. Lucien Favre mostró poca confianza en él; fue despedido en diciembre y su sustituto, Edin Terzic, sí mostró más inclinación por Reinier, pero como opción para los tramos finales de los partidos. Sólo le dio un sitio en el once en Bundesliga en la última jornada, con el Dortmund ya clasificado para la próxima Champions; el ex del Flamengo cumplió, dio una asistencia ese día.
Pero con Marco Rose, la cosa no termina de mejorar. Es un cambio recurrente, pero sólo ha sido titular una vez, en Copa ante el modesto Ingolstadt, de Segunda División. La opinión reinante en Dortmund gira en torno a que el estilo de juego de Reinier no termina de llenar a Rose, que considera que su constantes regates y amagos en mediocampo restan velocidad a las transiciones del Borussia.
Rose quiere velocidad y presión alta, y no ve a Reinier dándole ninguna de las dos cosas. Y tampoco le ayudó su primera impresión ante el técnico, pues llegó con la pretemporada muy avanzada debido a su presencia en los Juegos de Tokio, donde conquistó el oro, aunque sin ser parte del once titular. Bien es cierto que la competencia de Reinier en el Dortmund es potente: en función del sistema, tiene por delante a Brandt, una de las joyas del fútbol alemán del momento, o a Reus, toda una institución del club germano.
Reinier forma parte de la estrategia del Madrid de firmar talentos jóvenes en Brasil para desarrollarlos en Europa, como Vinicius y Rodrygo. No son talentos baratos, todo hay que decirlo, pues Reinier costó 30 millones de euros procedente del Flamengo, donde tampoco tuvo muchas oportunidades por cuestión de su edad; brilló en las categorías inferiores. En el Madrid se dio prioridad a la opción del Dortmund por motivos evidentes, la experiencia reciente ha sido muy buena, con Achraf como principal ejemplo.
El lateral hispano-marroquí se marchó cedido dos años y se convirtió en uno de los mejores laterales de Europa. Tras su cesión en Dortmund, fue traspasado al Inter por 40 millones y el pasado verano cambió de aires de nuevo, al PSG por 60 millones. Pocos futbolistas han generado ese flujo de dinero en plena pandemia.
Reinier, en manos del Borussia
Con todo, el Borussia parece poco proclive a romper la cesión, como parece que sí desea el jugador. Su padre realizó recientemente unas declaraciones en Goal que revelaban su incomodidad ahora mismo en Dortmund: "Podría aportar al equipo su estilo diferente de juego, muy necesario en algunos partidos. Conoce como pocos la idea de la posesión de balón, del control de juego. Da la sensación de que el Dortmund no lo ha entendido, no se ha dado cuenta de esta buena opción. A pesar de este pequeño retraso el principio de su carrera profesional en Europa, Reinier sigue siendo un nombre de prestigio en otros clubes también grandes, y el Borussia pierde día a día la oportunidad de desarrollar y disfrutar de otro joven talentoso, manteniendo su tradición, aunque el futbolista no sea patrimonio suyo. Está pasando algo muy raro allí. ¡Es una pena! ¡Para los dos!".
El padre de Reinier manifiesta la postura del jugador; el Madrid, por su parte, no se opondría a un cambio de aires si el Borussia accede, como ya hizo con las cesiones de Vallejo en el Wolverampton y de Lunin en el Valladolid. Pero el contrato de cesión no tiene salidas, sólo se podría llegar a eso si el Dortmund lo admite, y en este momento no parece el caso: la plantilla no es demasiado larga y el equipo se está mostrando permeable a lesiones y problemas físicos varios, por lo que Rose no quiere desprenderse de nadie.