Porzingis asume responsabilidad ante el MVP y el plan sale bien

Los Mavs se impusieron a los Nuggets en una noche en la que Porzingis se midió a Jokic de tú a tú y logró ser líder para los texanos. Doncic, lesionado.

Mike Maestre
As
Los Mavericks remontan posiciones en la Conferencia Oeste y pasan, con su victoria, al que equipo al que han ganado esta última madrugada, los Nuggets. Un segundo partido en dos noches consecutivas para el cuadro de Mike Malone, que venía de ganar a Portland en casa y tenía que afrontar un duelo en Dallas a las pocas horas, fue una cuesta demasiado empinada para los aquí visitantes, que cedieron 111-101. No dio tiempo a recuperar a Will Barton, por lo que la rotación se resintió una vez más y se notó en un último cuarto en el que la frescura local hizo por ganar la partida. 

Preocupa, pese a haber ganado, la condición de Doncic. El esloveno se lesionó ya con el partido controlado, en una de las últimas jornadas, y se retiró antes de acabar con una torcedura de tobillo de la que está siendo examinado para ver si no se traduce en un esguince. En un intento de bandeja de Austin Rivers el de los Mavs fue a taponar y el rival cayó justo encima del tobillo izquierdo de Luka Doncic. Quedaban sólo 45 segundos de encuentro, por lo que la mala pata es doble o triple: la diferencia era de trece puntos y faltaban apenas dos o tres jugadas, sacando a los titulares se podría haber evitado. Venía el joven armador europeo de una noche complicada a la hora de lanzar pero sabiendo delegar en los demás para que su lado se quedara con la victoria, como terminó siendo. 

Fue Porzingis el que dio un paso adelante para que los Mavericks se fueran a las duchas con una más en el casillero verde de la clasificación. El letón fue probado más como pívot más minutos de los habituales, en los que juega más abierto. Kidd fue a cambiar de rol el mismo día en el que llegaba a la ciudad el mejor jugador de la temporada pasada no en su posición sino en toda la Liga, Jokic, pero Porzee se defendió con gallardía. Su 29+11 no fue el 35+16 de su contrincante, pero sirvió para ser el mejor de su equipo, con una selección de tiro que no dañara la productividad, y resolver. 

No fue un comienzo sencillo para los texanos. Los dos equipos dejaron como un solar la pintura, rematando las jugadas por el centro, y ahí alguien que lo domina tanto como Jokic pudo hacer y deshacer. De hecho fue una pena para ellos porque, jugando mejor, perdieron el primer cuarto. La salida de Brunson, otra vez un suplente de lujo para Kidd, dio un segundo impulso a los Mavs, cerrando esa manga inicial con un triple sobre la bocina. La rotación iba a ser complicada en Denver y Malone decidió dar minutos de calidad a Bol Bol, pero fueron poco: el sursudanés metió un triple, sumó otras dos canastas cerca del aro y estuvo a punto de poner un taponazo a Hardaway, nada válido para que su entrenador alargara su estancia en la pista. Denver cogió el mando en el marcador gracias a esas jugadas, poca broma con el chaval. Los titulares salieron demasiado rápido, también para reemplazar a un Facu Campazzo más errante que ayer (0/3), y Jokic siguió hurgando en la herida de unos Mavs con problemas para anotar. 

Estaban por encontrarse los de Dallas. Jokic hacía pupa. En la vuelta a la cancha tras el descanso la diferencia seguía creciendo, con Powell siendo incapaz de detener al serbio. Por encima de los diez sin haber solución. El entrenador, tan cuestionado por la afición, la puso. Después de anotar un par de triples Porzingis pasó a ser pívot unos minutos y ahí la distancia se redujo a cuatro tras un triple esquinado de Ntilikina. Fue, sin embargo, con dos pruebas más cuando los Nuggets cayeron. Marjanovic entró contra su compatriota para dejar un par de jugadas bien acabadas y los Mavs apostaron por cinco bajitos en el descanso de Nikola, el momento en el que explotó el partido. Bullock, Hardaway y Finney-Smith dinamitaron todo a la que tuvieron espacio para lanzar. Al volver Porzingis absorbió bien el ser la referencia en la zona y derivó a jugadas de Brunson o Doncic, que incluso metió una cuerpeando a Jokic y con el movimiento de firma de Nowitzki. Para Luka (9/23) la noche fue pasable hasta que llegó la lesión, que deja un sabor amargo en la boca de la franquicia a la espera de unas noticias algo más dulces.

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