Lo que nunca había pasado y más preocupa a los colchoneros
La remontada del Valencia desnuda las carencias defensivas de un Atlético de Madrid que se ha olvidado de hacer lo que mejor sabe: mantener su portería a cero
En Liverpool se vio que la banda de Yannick Carrasco, que ha asumido esa función de carrilero, es un coladero. Entre él y Mario Hermoso no fueron capaces de frenar a Trent Alexander-Arnold. No solo porque no sea ninguno de los dos lateral, sino porque tampoco recibe el equipo ayudas desde arriba.
Cuando Simeone alinea a Luis Suárez y Joao Félix, el equipo se resiente de ayudas. El uruguayo ya no tiene el físico de su mejor época, como es normal a sus 34 años, mientras que Félix se descarga de responsabilidades defensivas para rendir mejor en ataque. Un sacrificio que no está saliendo rentable a los rojiblancos y que señala al portugués.
Lo que les ha ocurrido contra el Valencia es otra muestra más del mal momento que pasa el equipo, tanto en el plano deportivo como en el anímico. Nunca le habían empatado un partido con dos goles de ventaja en el tiempo de descuento. Hasta que llegó Hugo Duro. El Atlético de Madrid, con 1-3 en el marcador, no supo cerrar un partido que iba ganando en el minuto 90.
Es impensable que el Atlético que ganaba 1-0 o 0-1 cada jornada hace siete años cayera en una trampa de este estilo. Pero es que ahora mismo los de Simeone no son ni el equipo menos goleado del campeonato. Es más, no están ni cerca de ello. Por delante tienen al Sevilla, que ha encajado siete tantos, al Athletic, que ha recibido ocho, a la Real Sociedad (10), Villarreal (12), y están empatados con el Real Madrid y el Espanyol con trece tantos en contra.
Pese a tener la supuesta mejor plantilla de su historia, el Atlético de Madrid ha perdido su seña de identidad y, de no recuperarla, puede verse a las primeras de cambio fuera de la pelea por la liga y fuera de los octavos de final de la Champions League.