El vicepresidente de Bolivia amenazó a la oposición: “No despierten la ira del inca”

David Choquehuanca dejó el discurso de conciliación tras la anulación de la Ley 1386 que había encendido las masivas protestas y advirtió que el Gobierno no permitirá que vuelva el caos

“Todo tiene su límite. Que no despierten la ira del inca. Cuando el pueblo se levanta no hay quién nos pare, y nosotros vamos a levantarnos para defender la democracia, para defender nuestros recursos naturales. Seremos fieles a nuestro proceso de cambio y para eso tenemos que despertar”, aseguró Choquehuanca en su discurso por el aniversario del descuartizamiento de Túpac Katari.

Choquehuanca aseguró que existen personas movilizadas en el país en defensa de la gestión de Luis Arce, y dijo que utilizarán todos los recursos para hacer respetar la democracia”. “Algunos, hermanos, piensan que Bolivia es su campamento: llegan saquean nuestros recursos naturales y luego se van”, declaró.

El discurso agresivo de Choquehuanca llega después de que, cercado por masivas protestas, el presidente Arce anunciara ayer la abrogación de la ley 1386 que motivó un paro, marchas y bloqueos en diferentes regiones del país por parte de gremios y comités cívicos desde hace seis días y confió en que desde el lunes la situación se normalice.

El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, en una fotografía de archivo. EFE/Martin Alipaz
El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, en una fotografía de archivo. EFE/Martin Alipaz

En una conferencia de prensa este sábado por la noche desde la sede de Gobierno, el presidente dio a conocer la decisión porque “el país no quiere más zozobra e incertidumbre innecesariamente”.

“Escuchando las demandas del pueblo boliviano, las demandas sectoriales, hemos tomado la decisión de abrogar la ley 1386 a objeto de, primero, allanar el camino para que no exista el mayor pretexto para seguir enlutando, para seguir maltratando, para seguir paralizando nuestra economía, una economía que hoy está siendo dañada”, dijo Arce.

El jefe de Estado afirmó que se hizo una “distinción de hechos” en torno a la ley, por una parte con los factores que estaban “inquietando a ciertos sectores sociales como transporte, o gremiales”, pero consideró que “también quedaba claro que hay una agenda política en ese cuestionamiento que se ha hecho” a la norma.

Según Arce, los transportistas y comerciantes informales que cumplieron la huelga “se han visto perjudicados en sus ingresos” y sostuvo que el Ejecutivo tiene que velar por que la economía continúe recuperándose y también “quiere paz y tranquilidad en la sociedad”.

El presidente de Bolivia, Luis Arce (izq.), y el vicepresidente, David Choquehuanca, hacen un gesto tras jurar su cargo, en La Paz, Bolivia, el 8 de noviembre de 2020 (Reuters)
El presidente de Bolivia, Luis Arce (izq.), y el vicepresidente, David Choquehuanca, hacen un gesto tras jurar su cargo, en La Paz, Bolivia, el 8 de noviembre de 2020 (Reuters)

“Tenemos la obligación de cuidar la economía, la democracia y a nuestras familias bolivianas porque todo lo que ha pasado está generando miedo, zozobra e incertidumbre innecesariamente en el país producto de que hay sectores que tienen otros intereses más allá de los que marcan las necesidades e inquietudes de los sectores sociales”, insistió.

la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento del Terrorismo, que permitía la incautación de bienes y propiedades por parte del Estado. La norma fue calificada como “maldita” por gremialistas y comerciantes, que alertaron de los riesgos dado a que apunta a controlar los bienes de las personas bajo el argumento de que no deben tener orígenes dudosos.

El paro se inició el pasado lunes y coincidió con el primer año de Gobierno de Luis Arce. A lo largo de la semana se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la Policía y grupos afines al oficialismo que intentaban disipar las protestas dejando un centenar de detenidos y varios heridos.

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