El secreto de la increíble transformación física de Mohamed Salah

El futbolista egipcio ha mejorado sus hábitos en los últimos años gracias a un plan dietético específico y a una ética de trabajo que están dando los resultados deseados.

Álvaro Piqueras
As
Poco queda de aquel Mohamed Salah (29) que desembarcó en Europa en 2012 procedente de Egipto tras llamar la atención del FC Basel de la liga suiza. Y no fue precisamente un camino de rosas el que tuvo que transitar el futbolista hasta lograr el estatus de estrella mundial del que hoy disfruta. Del Basel, pasó al Chelsea y más tarde a la Fiorentina, pero no fue hasta su llegada a la Roma, en 2015, hasta que el mundo se dio cuenta de que su talento era único.

Tras dos temporadas en el club italiano, el Liverpool le recuperó para la Premier League, donde ha logrado importantes reconocimientos a nivel personal y los títulos más importantes a los que aspiraba con su club. Pero, más allá de su capacidad innata para jugar al fútbol, ha logrado brillar gracias también a un control exhaustivo de todo lo que repercute en su rendimiento deportivo.

En los últimos tiempos, el futbolista egipcio comparte con cierta asiduidad imágenes en las que se puede comprobar que mantiene un físico envidiable, pero su secreto tiene mucho que ver también con la dieta y su ética de trabajo.

"La nutrición es muy importante, es parte del juego. Me ha ayudado con mi recuperación, me ha permitido dormir mejor y ha ayudado a mi cuerpo a adaptarse rápidamente. Mi nutricionista dice que como no tengo grasa en el cuerpo, puedo comer lo que quiera. Tampoco bebo, así que está bien", aseguraba a CNN el egipcio, donde comparte algunos sus alimentos indispensables.

En este sentido, los lácteos, legumbres, todo tipo de verduras y frutas o pollo, forman parte de la base de su dieta, aunque reconoce que de vez en cuando se permite algún capricho, y que disfruta también de su plato preferido: una especialidad egipcia llamada kushari a base de arroz, macarrones y lentejas, y cubierta con tomates, garbanzos y cebollas.

Pero más allá de la alimentación, Salah ha desarrollado una creciente obsesión por hacer ejercicio. Si no está entrenando con el Liverpool, realiza sesiones adicionales de entrenamiento con pesas, trabajo con el peso corporal, pliometría, yoga, natación y ejercicios de estiramiento.

Salah, en un partido de noviembre de 2018 con su selección.
Salah, en un partido de noviembre de 2018 con su selección.Khaled Desouki AFP

Por ello, no es de extrañar que desde que llegara a Europa haya ido mejorando paulatinamente su estado físico, aunque su transformación ha sido más evidente en los últimos tres o cuatro años. La dieta y el ejercicio físico están dando sus frutos y Salah es hoy un jugador mucho más definido y potente con la misma clase de siempre. Una fórmula ganadora.

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