El Rodrigo de Paul con Argentina ya asoma en el Atlético del Cholo

El mediocentro se hace imprescindible para el Cholo, como la albileceste, en un mes, entre el parón de selecciones de octubre y noviembre.

Patricia Cazón
As
"Ahora toca estar juntos y masticar la bronca". Ya lo hacía el mismo Rodrigo de Paul mientras decía estas palabras, una vez finalizado el Valencia-Atlético en un empate que tanto sabía a derrota en su boca, en sus piernas. Un 3-3 en el 97’ cuando seis minutos antes los rojiblancos ganaban 1-3. El centrocampista, que regresaba a Mestalla, además, en este partido, a años luz del futbolista que hacía cinco años había vestido la camiseta che, extremo insulso entonces, mediocentro total ahora, fue de los más destacados del partido. Otra vez.


De parón a parón, los resultados no han acompañado al Atlético (sólo una victoria, tres empates, dos derrotas) pero sí el talento del argentino que se está haciendo indiscutible, acortando la mili del Cholo como ningún fichaje lo hizo antes. Ni João Félix ni Griezmann, por ejemplo. Se perfila ya en el Atlético como la figura que es en la selección argentina: centrocampista absoluto. Ritmo, visión y juego.

De parón a parón

Seis partidos ha disputado el Atlético desde que los futbolistas acudieran con sus selecciones en el parón de octubre, justo después del partido ante el Barça en el Metropolitano, que los rojiblancos ganaron con contundencia, y De Paul ha sido titular en cinco de ellos. Ante el Betis, la única victoria del Atlético en estos partidos, su recital fue tal que la grada del campo rojiblanco le dedicó una ovación, en pie, cuando en el minuto 87, Simeone le cambió. Es el noveno futbolista de campo con más minutos (887’), llamativo porque, lo escribo, acaba de llegar pero ya ha pasado la mili del Cholo, ese periodo de adaptación que todos los jugadores que llegan al Atleti deben superar. De Paul es el Simeone en 4K. El Simeone del siglo XXI.

En Valencia volvió a ser uno de los rojiblancos más destacados. En la primera parte con constantes cambios de juego y ritmo, con la ambición de superar y romper líneas. Recuperó once balones, el rojiblanco que más. Cuando Simeone le retiró del campo, tras sufrir un golpe, pudo influir, el Atlético ganaba aún 1-3. El tiempo en el que De Paul faltó sobre el campo se fueron esos dos puntos, esa victoria, con dos goles en seis minutos que parecen impensables si el argentino hubiera continuado.

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