El legado de Steve Jobs: 10 pensamientos sobre liderazgo
Fue una de las mentes más brillantes y originales del ámbito tecnológico. Aquí algunas de sus ideas más destacadas y vigentes
Millonario a los 26 años, fue una de las mentes más brillantes y originales del ámbito tecnológico. Sus productos se destacaron por ser innovadores y fáciles de usar, lo que los hizo masivos y se convirtieron en artículos aspiracionales, gadgets a los que millones de personas desean acceder.
Sus biógrafos destacan que fue un hombre visionario, cuyos aportes fueron clave en el ámbito de las computadoras personales, los celulares y la música digital. De carácter controvertido, su forma de liderar sus empresas dejaron un legado que sigue vigente.
Bill Gates, creador de Microsoft, su gran competidor, reconoció el gran talento de Jobs para generar empatía entre sus productos y la gente a través de sus presentaciones. Muchos, entre quienes trabajaron o no con él, lo consideran un genio.
A poco de haberse cumplido 10 años de su muerte, aquí un recuerdo de 10 de sus pensamientos en torno del liderazgo que de alguna forma resumen su experiencia como empresario:
1-Eliminar las distracciones: enfocarse
En 1986, 10 años después de la fundación de Apple, Jobs se distanció de la junta directiva de la compañía y fue despedido de la empresa que había creado. En 1997, regresó a la firma cuando esta se encontraba en una crisis financiera. De inmediato decidió abandonar varios de los proyectos de la organización y enfocarse en solamente cuatro, que consideró prioritarios. “Hagamos cuatro cosas y hagámoslas espectacularmente bien”, dijo.
2-Simplificar todo
En sintonía con lo anterior, Jobs predicaba la optimización de los recursos, el abandono de lo superfluo y la valoración de lo esencial. La sencillez es la máxima sofisticación.
3-Hacerse responsable
Jobs consideraba que liderar era responsabilizarse de todo el proceso de cada creación. Esta máxima tiene relación con que los productos de Apple, por lo general, hayan sido y sigan siendo incompatibles con otras marcas. Esa, decía, es la única forma de asumir la responsabilidad completa del proceso, el flujo y la experiencia de los usuarios.
4-Si uno se queda atrás debe dar un salto hacia adelante
Cuando Microsoft adelantó a Mac sumando a sus computadoras las grabadoras de CD, Apple decidió dar un salto que resultó revolucionario. Creó iTunes, un sistema de almacenamiento multidispositivo que cambio la industria de la música.
5-Lo primero es crear un buen producto, luego se pensará en las ganancias
“Céntrate en crear un gran producto, los beneficios llegarán”. Jobs daba por descontado que lo bueno genera ganancias, por lo tanto, que el impulso de toda gran idea debe ser la idea misma y no las eventuales ganancias, esto llegará por añadidura.
6-No confiar demasiado en los focus group
Jobs se sentía algo encerrado por los resultados de los testeos a través de grupos de opinión a los que se sometía cada producto. En ese momento surgió una de sus frases más famosas: “La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”. Él creía que si sólo se ceñían a los estudios de mercado repetirían los dispositivos que creaban porque la mente humana tiende a hacer asociaciones siempre con experiencias anteriores. Por lo tanto era necesario no dar tanta importancia a esos estudios porque se corría el riesgo de repetirse y sólo hacer lo que las personas ya conocen.
7-Distorsionar la realidad para derribar los imposibles de la vida
En un momento, su socio Stephen Gary Wozniak (Woz, cofundador de Apple) debía avanzar en un nuevo proyecto y consideró que le demandaría 6 meses. Fue cuando surgió otras de las frases célebres de Jobs. “¿Necesitas 6 meses para desarrollar eso? ¡Tú lo puedes hacer en 4 días!” Y Woz lo logró. Los modelos mentales y los límites que uno mismo se impone suelen ser los máximos impedimentos de los líderes.
8-Transmitir permanentemente
Una de sus premisas era que todo comunica y agrega valor. Los dispositivos de Apple generan una experiencia al consumidor desde que este desea tener uno de ellos. Consideraba que se debía dar importancia, incluso, a lo aparentemente más trivial, como el empaque. Los productos de Apple son una pieza de diseño en sí mismas. Por ejemplo, un detalle que impuso Jobs fueron las tipografías que incluyen los productos creados por su marca. Fue un precursor en incluir miles de modelos de tipografía, desde las más simples a las más sofisticadas y llamativas, algo de lo que, en un principio, carecía Windows, que sólo tenía unas pocas variantes de letras, hasta que la marca de Bill Gates debió imitar a su competidor. La historia del amor de Jobs por la tipografía fue relatada por el mismo. Cuando abandonó sus estudios en sistemas en la Universidad de Reeds ingresó a unas clases de caligrafía. Este conocimiento, por entonces, no tenía ningún sentido, ya que no parecía ser un gran aporte a su futuro. Pero le fascinó ese aspecto del diseño gráfico y luego quedó demostrado cuán importante fue para él.
9-Exigir excelencia
Jobs exigía que todos los productos de su marca estuvieran completamente probados por todos los controles y pruebas posibles antes de ser lanzados. La perfección en la vida no existe, pero deseaba que, en el caso de los dispositivos de Apple, se le acercara lo suficiente.
10-Contratar a los mejores
Era una forma de admitir que todos sus proyectos fueron posibles gracias al equipo que lo acompañó. La clave de su liderazgo era rodearse de grandes profesionales, tal vez mejores que el propio líder, con experiencia en los campos necesarios y permitirles brillar.
El 12 de junio de 2005, Jobs fue invitado a hablar en una ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, California. Esa exposición rápidamente ser hizo famosa y su grabación tiene miles de reproducciones en Youtube. Al cerrar dijo una de sus más destacadas y repetidas frases, que hablan de su concepto del liderazgo: “Sigue hambriento, sigue insensato. Ve por más. Cuestiona. Descubre. Crea”.
Cuando dio esa breve conferencia creía que se había curado de un cáncer de páncreas que le habían diagnosticado más de un año antes.
“Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la muerte es posiblemente el mejor invento de la vida. Es el agente de cambio de la vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo”.
Jobs murió el 5 de octubre de 2011, de la misma enfermedad que le hizo sombra durante ocho años, dejando un enorme legado.