El dilema que rodea a Llorente
El 14 estará listo a la vuelta del parón, pero no queda clara su posición en el campo. El auge de De Paul y la lesión de Trippier le empujan a la banda derecha, donde no le agrada demasiado.
El madrileño aún no ha podido celebrar ni un gol en los 886 minutos que ha disputado en lo que va de curso. Pero sigue siendo un puntal. Sin embargo, hay dos piezas que pueden orientar su futuro en el equipo a corto plazo: Trippier y De Paul. El británico está lesionado y el argentino se está haciendo fuerte en el centro del campo y es de los futbolistas más en forma del Atlético. Por ahí, y añadiendo que también regresará Lemar, las circunstancias invitan a pensar en un Llorente lateral-carrilero.
El binomio Trippier-Llorente
Koke es indiscutible en el centro del campo, el mencionado Lemar ya se ganó los galones hace mucho y parece difícil sentar a De Paul ahora mismo. La incógnita, por tanto, es cómo reintegrar a Marcos Llorente en ese engranaje. En los primeros partidos de la temporada ocupó el lateral mientras Trippier se ponía a punto, pero luego fue un recurso más e incluso un plan del Cholo durante los partidos: sacar al británico del campo y poner al 14 en el lateral. Llorente es mejor con su compañero Kieran, pero a Simeone ya no le entran tantas piezas.
El técnico siempre explica que mandan las necesidades del equipo cuando prepara las alineaciones. El año pasado, Llorente brilló y rindió en ataque como uno de los centrocampistas con más dinamita de Europa. "Mi juego ha dado un vuelco. Esa parte ofensiva que he podido sacar incluso yo la desconocía", confesó cuando renovó su contrato en agosto. Ahora, con Griezmann en la plantilla, hay más pólvora. La banda espera durante algunos partidos al 14, que se ha perdido las dos últimas convocatorias de España. La polivalencia de Marcos, fijo y necesario, es otro punto a favor a ojos de Simeone, por lo que el dilema continuará cuando regrese Trippier.