El PSG tuvo que nadar contracorriente ante un
Saint-Étienne que se quedó con diez. Marquinhos y Di María marcaron.
Pánico por Neymar.
Bajo una nieve incesante, el PSG no tardó en poner tierra de
por medio hoy. Neymar aprovechó un remate en semifallo de Di María,
pero el brasileño se encontraba en fuera de juego. Los parisinos
tuvieron, como el miércoles en el Etihad, 15 minutos bastante positivos,
pero fue un espejismo, ya que el Saint-Étienne, sin respeto a un rival
que era infinitamente superior por la calidad de la plantilla, no se
arrugó en ningún momento. Les Verts, que siguen siendo el equipo con más
ligas de Francia (10 por 9 del PSG), se adelantaron por medio de
Bouanga en una jugada que dejó retratada a la defensa del PSG. Marquinhos
y Ramos rompieron el fuera de juego, Khazri lo aprovechó con un
exterior magnífico a Kolo y el gabonés batió a Donnarumma tras el
italiano sacarle al central el disparo en primera instancia. A
partir del 1-0, el PSG quiso reaccionar, pero se topó con Etienne Green,
un portero de tan solo 21 años que tiene el nombre de su equipo por su
padre, hincha de Les Verts, que realizó dos paradas de mucho mérito,
sobre todo el mano a mano contra Mbappé que sacó con una estirada
extraordinaria. Si el Saint-Étienne seguía vivo en el partido, era
gracias al joven cancerbero. Pochettino volvió a salvarse en el tramo
final, pero esta vez de la primera mitad. Con un equipo que es más un
compendio de estrellas que un colectivo fuerte, el PSG resucitó gracias a
un error de Kolo, exjugador del Sevilla, que hizo falta sobre Mbappé en
lo que el colegiado interpretó que era una ocasión manifiesta de gol
tras expulsar al central del Saint-Étienne.
En
la misma falta que provocó la roja del francés, Marquinhos empató de
cabeza tras un centro de Messi y volvió a salvar de un apuro a
Pochettino. En la segunda mita,d y bajo una nieve todavía más
fuerte, el PSG fue incapaz de materializar en el terreno de juego la
superioridad numérica durante los compases iniciales. De hecho, el
Saint-Étienne aprovechó que su rival estaba volcado en ataque para
generar varias jugadas de peligro, sobre todo una de Bouanga que acabó
sacando Donnarumma. Por su parte, los parisinos volvieron a fallar
varias ocasiones flagrantes. Green le sacó a Mbappé otro mano a mano y
Messi erró incomprensiblemente un disparo en el punto de penalti con el
portero rival prácticamente batido. Sin duda, la victoria del PSG deja
el susto de Neymar, que salió llorando en camilla del Geoffroy-Guichard
tras doblarse el rodillo en una jugada con Maçon. Marquinhos sentenció
el encuentro en el tiempo de descuento tras la tercera asistencia de
Messi hoy, coronando un partido muy completo en líneas generales.