AUGSBURGO 2 - BAYERN 1 / El Augsburgo agrava la crisis del Bayern

Tanto Upamecano como Lucas tuvieron culpa en los dos tantos de un Augsburgo que vuelve a dotar de esperanza a la máxima competición alemana.

José Carlos Menzel

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Tuvo que ser el Augsburgo el que devolviera la emoción a una Bundesliga en la que el Bayern de Múnich ya comenzaba a embalarse. Cayeron los muniqueses en el siempre complicado WWK-Arena por 2-1 y lo hicieron, una vez más, debido a una defensa a la que se le siguen viendo las costuras desde la marcha de Alaba al Real Madrid. Tanto Upamecano como Lucas tuvieron culpa en los dos tantos de un Augsburgo que vuelve a dotar de esperanza a la máxima competición alemana. Sobre todo a un Borussia Dortmund que puede volver a ponerse a tan solo un punto del eterno rival si se impone el sábado al Stuttgart en su casa.

Sin Kimmich, por segunda vez en cuarentena tras ser contacto estrecho y no estar vacunado, los de Nagelsmann sobrevivieron a las primeras embestidas de los siempre físicos locales y fueron tomando el control del partido poco a poco. Richards, titular en el lateral izquierdo para dar algo de descanso a Davies, fue el primero en avisar. Pero sigue sufriendo atrás el campeón y Pedersen fue el encargado de ponerlo a prueba tras un despeje fallido por parte de Upamecano que sirvió en bandeja el primero de la tarde al Augsburgo. Una pérdida de Sabitzer al poco tiempo también fue castigada, esta vez por medio de un Hahn al que Lucas no impidió cabecear. Se tambaleaba el Bayern.

Y tuvo que ser el de siempre el que acudiera al rescate. Recortó diferencias Lewandowski con una volea que, de haber tenido un buen día, habría parado Gikiewicz. El segundo regalo, éste tras una cesión fallida por parte de Gumny, lo mandó alto el polaco. Fue de lo poco que concedió un FCA de lo más ordenado ante un Bayern que tiró del talento de Musiala y de la velocidad de Davies en los segundos 45 minutos. Apretaron los muniqueses. Comenzaron a flaquear las fuerzas de los de Weinzierl. La tuvo Davies en un zurdazo que se marchó fuera rozando el palo. Los últimos diez minutos fueron un asedio de los visitantes. Pero resistió el Augsburgo. Y trasladó la crisis del Bayern de las vacunas a lo deportivo.