Athletico Paranaense hace historia con su segunda Sudamericana

El equipo de Curitiba se llevó la final de Montevideo ante Bragantino gracias a un solitario gol de Nikao. El equipo de Red Bull no estuvo a la altura.

Juan Lopesino
Athletico Paranaense logró el segundo título de Copa Sudamericana de su historia después de derrotar a Bragantino gracias a un solitario y sensacional tanto de su estrella, Nikao. Una generación de jugadores que ya jamás será olvidada. Futbolistas como Santos, Thiago Heleno o el goleador de esta tarde de Montevideo quedarán por siempre en el recuerdo de los aficionados que coparon una lateral del Centenario y otros tantos que lo vieron desde casa. Un premio enorme al buen trabajo defensivo y la sobriedad que aporta la experiencia.

El equipo paulista arrancó mejor, con una intensa presión en campo rival y con las ideas claras a la hora de atacar, sobre todo por el sector zurdo, donde aparecían Helinho y Cuello. Fue el argentino quien contó con la primera gran ocasión del partido, primero con un córner que casi se cuela directo en el arco y acto seguido con un disparo que salió rozando el poste.

Esa doble oportunidad le permitió al cuadro de Curitiba reaccionar. A partir de ese momento apareció Terans de manera constante y se sumaron jugadores como Abner y, por supuesto Nikao. El atacante uruguayo probó con su potente disparo en varias ocasiones. Cleiton estuvo seguro para repeler en cada caso y así sucedió en la acción que abrió el marcador. Terans remató con contundencia y el balón rechazado lo cazó Nikao con una media chilena sensacional que pegó en el poste y se coló en el arco.

Tras el descanso se vio a un Bragantino sin ideas, sin capacidad para mover la pelota con velocidad y con sus jugadores más determinantes muy apagados. Un contexto ideal para el equipo en ventaja, que se ordenó en defensa y soltó algunos contragolpes en lo que estuvo cerca de liquidar el asunto por la vía rápida.

El segundo gol no llegó y los de Barbieri se hicieron con la posesión casi de manera permanente. Sin embargo, no fueron capaces de generar y decepcionaron los hombres que tanto han brillado a lo largo del año. Tampoco su técnico se mostró decidido y tardó demasiado en mover el banco de suplentes. El Furaçao hizo valer su saber estar y sumó su segundo título de Copa Sudamericana de forma merecida. Ahora, a celebrar y pensar en la final de Copa do Brasil para intentar sumar un doblete soñado.

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