ARMENIA 1 - ALEMANIA 4 / Flick recupera la esencia de la Mannschaft
Alemania certificó el liderato de grupo con un póker ante Armenia. Gündogan, en dos ocasiones, y Havertz y Hofmann, en una, hicieron los tantos. Mkhitaryan maquilló el resultado.
Rumanía gana en Vaduz pero verá el mundial por la televisión
Rumanía se impuso a domicilio a Liechtenstein (0-2), pero la victoria de Macedonia del Norte deja tercera y sin billete para la repesca a una selección rumana que no se clasifica para un Mundial desde Francia 98.
Los visitantes dominaron de cabo a rabo el partido ante un equipo semiprofesional que no llegó a poner en apuros la meta de Nita, pero el triunfo de los macedonios ante Islandia (3-1) les permitió mantenerse en el segundo puesto del Grupo J, que da derecho a un puesto en la repesca.
Rumanía tuvo su primera ocasión clara en el minuto 3, cuando Stanciu disparó alto tras una pérdida de balón de la defensa local en las inmediaciones del área.
Los balcánicos se adelantaron en el marcador en el minuto 7 por medio de Denis Man, que remató a gol solo un córner lanzado por Stanciu y desviado por su compañero Rus que no acertó a despejar ningún jugador de Liechtenstein.
El equipo visitante volvió a poner en peligro la portería local en el minuto 13, cuando Bancu chutó con la izquierda desde el pico del área para que Buchel blocara.
En el 22, una incursión de Stanciu por la banda izquierda acabó con su centro envenenado perdiéndose por la línea de fondo tras pasearse muy cerca de la línea de meta de Liechtenstein.
Rumanía tenía el balón ante una Liechtenstein manifiestamente inferior, y sólo la falta de mordiente y precisión de los visitantes evitó una lluvia de goles en el Rheinpark Stadion.
En el minuto 28, una buena combinación entre Bancu e Iván por el flanco izquierdo rumano habilitó a Denis Man para ampliar el marcador, pero su remate fue desviado por Buchel.
Cinco minutos después, el árbitro recurrió al VAR para pitar penalti por una mano involuntaria de Grunenfelder dentro del área de Liechtenstein.
Desoyendo a los inmigrantes rumanos presentes en el estadio, que pedían a gritos que le dejaran tirarlo al portero Nita, el capitán de Rumanía, Stanciu, tomó la responsabilidad y engañó a Buchel, pero el balón se perdió muy cerca del palo.
Antes del descanso, un gran cabezazo de Ivan a centro de Manea desde la banda derecha fue desviado a córner por Buchel, que ya había desbaratado antes otra ocasión clara de Denis Man.
En la primera jugada de la reanudación, Puscas falló otra oportunidad clarísima a la salida de otro córner mal defendido por Liechtenstein.
En el minuto 51, una larga posesión rumana culminó con Stanciu recortando hacia dentro desde la izquierda para sacar un disparo a pierna cambiada que Buchel conjuró con solvencia. El portero de Liechtenstein volvió a salvar a su equipo dos veces en las jugadas que siguieron al córner.
Rumanía había fallado varias ocasiones, pero las noticias que llegaban del otro partido clave del grupo fueron celebradas más que un gol por los aficionados rumanos en Vaduz. Islandia acababa de marcar el gol del empate ante Macedonia del Norte (1-1), un resultado que calificaba a Rumanía para la repesca.
A los pocos minutos el silencio se apoderó súbitamente del Rheinpark Stadion de Vaduz. Macedonia del Norte había vuelto a adelantarse ante Islandia (2-1) y Rumanía volvía a estar fuera de la repesca.
La entrada de Ianis Hagi al campo volvió a animar a los aficionados rumanos, trabajadores residentes en Liechtenstein o que se habían desplazado a Vaduz desde países limítrofes para ver a su equipo.
En el minuto 81, el centrocampista ofensivo rumano Enes Salis, de sólo 15 años, entró al campo en sustitución de Ivan y se convirtió en el jugador más joven de la historia en debutar con la selección nacional de Rumanía.
Un trallazo cruzado a la escuadra desde la izquierda de Bancu puso el 0-2 en el marcador para Rumanía tras un rápido ataque combinado a cuatro minutos del final. Pero todo el interés estaba en Skopje, donde Macedonia del Norte marcaba casi simultáneamente el tercero enterrando las esperanzas mundialistas de los rumanos.