Mourinho empata su batalla con Spalletti

Roma y Nápoles dieron vida a un partido intenso a pesar de acabarlo sin goles. Osimhen remató dos veces a la madera, los giallorossi pasaron página tras la humillación noruega.

Mirko Calemme
As
Nápoles y Roma demostraron esta tarde que, en este deporte, también un partido sin goles puede ser entretenido. Los azzurri dijeron adiós a su pleno de triunfos (y ahora comparten el liderato con el Milan), y los giallorossi no pudieron cancelar con una victoria la humillación de Noruega, pero ambos contrincantes abandonaron el campo orgullosos por estos 90 minutos.

Mourinho hace casi un mes bromeó con Spalletti ("¿Quieres ganarlo todo? Vas a tener que perder aquí"), pero hoy no podía sonreír mucho. El 6-1 de Conference League dejó heridas muy profundas, y el portugués castigó a cinco titulares de aquel partido (Kumbulla, Reynolds, Diawara, Villar y Borja Mayoral) dejándolos en las gradas. Sus jugadores reaccionaron bien, empezando con intensidad y creando una enorme oportunidad con Abraham, que desperdició un mano a mano con Ospina chutando fuera.

Los sureños, poco a poco, se hicieron con el control del balón (acabaron con el 62% de posesión) y tras rozar la ventaja con un remate desde lejos de Insigne, en la segunda parte se desesperaron con Osimhen. El nigeriano, siempre muy activo, fue bien limitado por Mancini, pero aún así remató a la madera dos veces. El enfrentamiento regaló emociones y vaivenes hasta el pitido final, pero el marcador no se movió. Mourinho, que fue expulsado por protestar con el árbitro, se mostró satisfecho: los suyos dieron una respuesta importante ante el mejor equipo del campeonato. Spalletti, que también vio la tarjeta roja tras el pitido final (al parecer, por un malentendido) sigue en la cima de la tabla, y confirma que su conjunto va muy en serio.

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