Marcelo Gallardo: un partido que marca la esencia de su equipo, la capacidad de adaptación y las pruebas que hubo que pasar durante el torneo
El entrenador de River desmenuzó las situaciones de un triunfo muy valioso sobre Talleres, que deja al Millonario cada vez más cerca de la corona
“Claramente, jugar en las condiciones que jugamos, desde los primeros minutos con un hombre menos [por la expulsión de Felipe Peña], de acuerdo a lo que teníamos planificado podría haber cambiado todo. Pero modificamos algunas cosas nada más, y ver cómo nos sosteníamos. En esos primeros minutos, si hay algo que tengo que rescatar es la gran capacidad de adaptación de los jugadores, para no confundirse, no dejarse llevar y tratar de pasar esa situación adversa de la mejor manera posible, que era controlándolo. Y lo controlamos”, destacó Gallardo en declaraciones a ESPN.
“Movimos la posición de Enzo Pérez, para no cambiar a ningún jugador de ataque, que nos podía dar un poco de aire con la pelota cuando la recuperábamos. En ese primer tiempo, más allá de algún que otro sofocón, estuvimos bien. Después cambiamos y lo pudimos sostener con una entereza tremenda, una energía enorme y un gran trabajo de equipo ante un adversario difícil, de muchísima tensión. Porque era un partido que iba a determinar si los demás se podían prender en la pelea, o no. Y eso también juega, pero lo sacamos adelante con una entereza enorme, por eso estoy orgulloso, porque fue un esfuerzo grande de todos los jugadores, del equipo, por cómo se brindaron y entendieron el partido. Estoy feliz”, remarcó el conductor millonario.
“Siempre hay algunas pruebas que tenemos que pasar y la de hoy fue una más. Con muchos chicos en la cancha. Había cinco o seis chicos de las inferiores, y a veces se aprende en el tránsito. Estos chicos van a seguir aprendiendo, pero en partidos como estos es como que están haciendo un curso acelerado de ese aprendizaje que se necesita para las situaciones adversas. Porque en las fáciles es mucho más agradable, el talento se refleja con más naturalidad; en los momentos difíciles es donde se ve el carácter. Y el carácter que mostraron hoy los jugadores, los más chicos, los más grandes, hizo que nos sintiéramos muy identificados”, elogió Gallardo a su plantel.
El Muñeco consideró que las adversidades se presentan todo el tiempo. “Este año ha sido difícil, en el que tuvimos que desafiarnos como cuerpo técnico. Porque es difícil sostenerse en el fútbol argentino con la misma dinámica, con el mismo convencimiento desde hace mucho tiempo, respetar una idea, un estilo, más allá de la problemática. Eso es lo que a nosotros nos desafía, a los entrenadores y a los jugadores también, porque ellos claramente sienten que están ante situaciones difíciles y saben que hay que dar un poco más, y hay que sacar cosas que no se estaban viendo. Y estos partidos marcan la esencia de un equipo y eso me llena de orgullo, porque después de tantos años volvimos a mostrarnos como un equipo que, mas allá de las adversidades, se sostiene con cabeza, con ideas, y con muchísimo esfuerzo colectivo. Nos hemos siempre identificado con eso y ante un duro rival, en una cancha difícil, pudimos sacar a relucir todo ese corazón que hay que tener para jugar estos partidos”.
Sobre la jugada del primer gol, que anota Robert Rojas, explicó: “Era una jugada que la habíamos evaluado, la habíamos entrenado. Pero Julián se confunde, porque creía que la primera jugada era que la pelota podía caer en el área, y era al revés. Esa jugada indicaba hacer un tres contra dos por fuera, y se dio así. Después ellos ejecutan y lo hacen muy bien”.
“Este era un partido clave para sacarle diferencia al perseguidor más cercano, que era Talleres; ellos tenían la obligación de ganar, jugaban ante su gente, y el resto también tenía la chance de acercarse. Pero no sólo ganamos, sino que también fue un golpe para los demás que podían sumarse a la pelea. Es algo que vamos a tener que sostener. No lo tomo como un partido heroico, sino como una muestra enorme de carácter, de saber interpretar, de no resignar las formas, de respetar lo que en realidad somos, eso es lo que me llena de orgullo, porque los jugadores lo entienden y lo viven de esa manera”, evaluó Gallardo sobre la trascendencia de un partido definitorio.
El DT también contó qué pensó tras la prematura expulsión del pibe Peña: “Iba a depender de cómo reaccionaran en esos minutos sin entrar en la desesperación, sin dejarnos confundir, ver cómo nos acomodábamos nosotros y ver lo que iba a hacer Talleres. En esos cuatro o cinco minutos observamos que Talleres iba a tener un control de la pelota, pero no iba a ser avallasante, entonces pensé que, antes de hacer un cambio y poner a un central y sacar a un volante ofensivo, veía cómo se iba a acomodar Enzo (Pérez) en la posición de primer marcador central, y ver cómo hacíamos nosotros, cuando recuperábamos la pelota, cómo hacíamos para acompañar a Julián (Álvarez) en el ataque, no quería dejarlo muy solo. Vi que no nos iban a avasallar de entrada, nos acomodamos bien. Intenté dejar que todo fluyera sin cambiar demasiado y tener esa posibilidad de ataque. Que la tuvimos, porque vino la jugada colectiva en la que Julián define y tapa Herrera. Era una muestra de que no íbamos a resignar el ataque, mostrarle a Talleres que no íbamos a retroceder y que íbamos a tratar de agredirlos, y fue lo que hicimos. El primer tiempo hicimos eso y además nos pusimos en ventaja, y en el segundo fuimos muy inteligentes para sostenerlo con mucho aplomo, con personalidad”.
En la misma jornada en la que se despidieron dos colegas (Paolo Montero, de San Lorenzo, y Javier Sanguinetti, de Banfield), Gallardo también se refirió a la situación de los entrenadores. “Yo no puedo hablar de lo que pasa con los demás. Sí debo admitir que el nuestro no es un medio amigable, que nuestra profesión es muy ingrata, muy injusta. Por eso a veces tenemos el fútbol que tenemos, con mucha emergencia, donde nada se sostiene, donde todo es hoy y mañana puede cambiar; hoy se puede estar bien y mañana se puede estar mal. Entonces, después de tantos años en el mismo lugar, de estar sumergido en el fútbol argentino siete años, solo tengo que agradecer el que me hayan sostenido. Se trata de la credibilidad que los jugadores reciben y se empeñan en manifestar cuando el equipo sale a jugar, de todo un equipo de trabajo que hay detrás, de la dirigencia que ha acompañado, mal o bien, con dificultades y ha tenido buena predisposición para dejarme trabajar en paz y de seguir desarrollándome con total libertad. En un medio muy hostil, nosotros nos sostenemos con muchísimo esfuerzo, de eso se trata el desafío. Y en un país como el nuestro no es normal, por eso tiene un enorme mérito poder seguir”.
“Yo me siento como un tipo que trabaja con una idea, con un convencimiento... pero uno no puede tampoco trasladarse a lo que sucedería, soy un tipo que trata de vivir el hoy, que disfruto mientras laburo respetando el lugar donde estoy, respetando a la gente con la que trabajo. Después, lo que venga hoy no lo puedo definir. Me siento preparado para hacer lo que hago, estoy convencido. Después, quién sabe... lo que es buenísimo acá, capaz en otro lugar no es tan bueno, o quizá sí. Mientras tanto, vivo y disfruto lo que siento, al lugar al que pertenezco”, amplió sobre su situación, cada vez más cerca de otro título, y también cerca de terminar otra temporada, tras la cual volverá a pensar y evaluar su futuro, si continúa una vez más (o no) al frente de un ciclo fenomenal, que definitivamente ha marcado la historia de River.