La escuela de River da frutos: Julián Álvarez, tras los pasos de otros goleadores formados en Núñez

El Nº 9 se afirma en un puesto en el que también rindieron Hernán Crespo, Javier Saviola, Fernando Cavenaghi, Gonzalo Higuaín y Radamel Falcao; como se intuye con el cordobés, el club recibió millones por sus transferencias

Álvarez usa la camiseta número 9, pero está lejos de ser un clásico número 9. Porque su juego se explota cuando tiene libertades. El joven de 21 años se mueve por todo el frente de ataque, se asocia muy bien con sus compañeros y aprovecha cada espacio que le dejan los defensores rivales para sacar a relucir todo su talentoso repertorio. Posee técnica con la pelota, visión de juego, capacidad goleadora, potencia física y una fuerte mentalidad competitiva y ganadora. Un jugador moldeado a fuego lento desde su debut en 2018 por el sello que Marcelo Gallardo quiere para sus equipos.

Con sus tres goles del domingo pasado contra San Lorenzo, la Araña no detiene su crecimiento exponencial en un 2021 a pura explosión, con participación activa en la selección argentina y una cotización que sigue subiendo: en Núñez estiman que, en caso de emigrar al fútbol europeo en diciembre, la operación se podría hacer por al menos 15 millones de euros. Hoy el jugador tiene contrato hasta diciembre de 2022 y una cláusula de 25 millones de euros mientras su nombre ya suena en Inter y Milan, de Italia, y Bayer Leverkusen, de Alemania, además de los contactos que ya hubo con Ajax, de Holanda, y Aston Villa, de Inglaterra.

Así, Álvarez revive una vieja llama que parecía apagada. Porque para encontrarse con un atacante goleador de las inferiores millonarias que se haya consolidado en la institución y haya logrado dar el salto al fútbol europeo con una venta resonante para las arcas del club hay que remontarse al 2005 con la explosión de Radamel Falcao y Gonzalo Higuaín. Y, tiempo atrás, Fernando Cavenaghi, Javier Saviola y Hernán Crespo aparecen en la lista.

Crespo debutó en 1993 y se fue en 1996 tras la obtención de la Copa Libertadores. Hizo 36 goles en 81 partidos en el club y emigró a Parma con 21 años en un pase que dejó 4,8 millones de dólares en Núñez, aunque la transferencia luego sumó otros 5,5 millones por un porcentaje de venta tras su llegada posterior a Lazio.

Luego fue el turno de Saviola, la venta más cara en la historia del club. Con 16 años hizo su presentación oficial en 1998 y partió en 2001 con 19 años por alrededor de 26 millones de dólares a Barcelona tras marcar 58 goles en 137 partidos con la camiseta millonaria. Posteriormente, explotó Cavenaghi. Uno de los últimos grandes referentes de la institución hizo su presentación en 2001 con 18 años, anotó 71 goles en 121 partidos y emigró en 2004 por 11,5 millones de dólares a Spartak de Moscú de Rusia. Luego retornó con otros dos ciclos y terminó como el 10° máximo goleador de la historia del club con 112 festejos en 212 partidos.

Las últimas dos grandes apariciones se dieron en 2005. Higuaín pegó primero con apenas 17 años de edad y en un año y medio hizo las valijas: marcó 13 goles en 34 encuentros y fue comprado por Real Madrid en 18 millones de dólares. River ya le había vendido parte de su pase a un grupo inversor por lo que, en total, le ingresaron solo 10,5 millones. Ese mismo año también debutó Falcao con 19 años y, a pesar de una serie de lesiones, se consolidó como figura con 45 tantos en 111 juegos. En 2009 se fue a Porto de Portugal por 7,2 millones de dólares (el club tenía el 50% del pase).

Quizás, en el análisis entre Crespo (0,44), Saviola (0,42), Cavenaghi (0,58), Higuaín (0,38) y Falcao (0,4), Álvarez todavía no tiene un promedio de gol tan alto: suma 0,3 por juego aunque su presente brillante promete hacerlo crecer. Pero, por ejemplo, con 21 partidos menos está a solo dos festejos (28) de Sebastián Driussi, la última joya ofensiva de las inferiores que fue vendida a Zenit de Rusia por 15 millones de euros que emigró con 0,26 de promedio.

Así, la Araña logró patear el tablero y sumarse a la lista de apellidos goleadores de las inferiores. En el camino pasaron Federico Andrada, Giovanni Simeone, Lucas Boyé, Juan Cruz Kaprof, Franco López, Claudio Salto, Alan Marcel Picazzo, Daniel Villalva, Rogelio Funes Mori, Gustavo Bou, Andrés Ríos, Luis Vila, Juan Antonio, Gonzalo Gil, Gustavo Fernández, Federico Almerares y José Sand. Ninguno se pudo afianzar.

Hoy ya no hay discusión. Aunque su etapa de maduración y crecimiento todavía no termina, el joven de Calchín, Córdoba, ya es el jugador estrella del fútbol argentino. Todas las miradas están centradas en él. No solo por sus goles, sino también por su funcionalidad para un equipo en el que se volvió una pieza indispensable. Juega y hacer jugar. Y por eso también su precio sigue en alza. Partido a partido muestra chispazos nuevos de un talento que todavía no encontró su techo. River ahora lo disfruta, pero también sabe que no le queda mucho tiempo en el plantel. El fútbol del viejo continente lo espera.

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