La coalición ‘semáforo’ avanza para definir el sucesor de Angela Merkel en Alemania con el dilema de quién asumirá un ministerio clave
Christian Lindner, líder del Partido Liberal, aspira a ocupar ese cargo, mientras que su rival directo es Robert Habeck, copresidente del bloque ecologista. El reparto de carteras, no obstante, se resolverá en la última fase de las negociaciones entre los espacios
La directiva del Partido Liberal (FDP) alemán dio el visto bueno al inicio de negociaciones formales de coalición, después de que lo hicieran ayer, domingo, el partido ecologista, casi por unanimidad y en formato de congreso reducido, y de que el pasado día 15 recibiera la aprobación de la cúpula socialdemócrata.
“Nos ponemos en camino de asumir responsabilidades en Alemania”, afirmó el líder del FDP, Christian Lindner, al comunicar la decisión adoptada por su partido. El preacuerdo refrendado por las tres formaciones implicadas supone “una oportunidad para modernizar Alemania”, pero también un “desafío”.
No es “una coalición deseada”, añadió Lindner, quien tanto en la campaña electoral como tras la victoria socialdemócrata en las generales dejó claro que su opción preferente era una coalición con el derrotado bloque conservador liderado en estos comicios por Armin Laschet.
“Con nosotros no va a haber un giro izquierdista, sino un gobierno de centro”, afirmó, para insistir en que, por encima del preacuerdo, persisten “grandes diferencias” y que éstas seguirán existiendo “en el futuro”.
Lindner, quien en 2017 abandonó los intentos de la canciller Angela Merkel por formar un tripartito con liberales y verdes, consideró ahora que la situación es “muy distinta” y apuntó al “clima constructivo” logrado desde los primeros contactos de sondeo con los Verdes.
La llamada coalición semáforo -por los colores con que se identifican los tres partidos, rojo para el SPD, amarillo para el FDP y verde para los ecologistas- es prácticamente la única opción viable tras los resultados de las elecciones generales del 26 de septiembre.
Los socialdemócratas, que obtuvieron un 25,7%, tienen que contar con los Verdes -con un 14,8%- y los liberales -con un 11,5%- para tener la mayoría parlamentaria que precisan. La Unión Cristianodemócrata (CDU-CSU) de Laschet obtuvo su peor resultado histórico en unas elecciones nacionales -un 24,1%- y quedó inmersa en una pugna interna por su renovación.
Lindner declinó responder a la pregunta clave de quién se quedará Finanzas, con el argumento -ya expuesto tanto por Scholz como por el copresidente de los Verdes, Robert Habeck- de que el reparto de carteras se resolverá en la última fase, una vez definidos los contenidos.
El líder liberal dejó ya claro, en campaña, su aspiración a ocupar esa cartera. Su rival directo en ese pulso es Habeck, quien defiende en materia fiscal líneas opuestas a la del FDP.
Lindner logró imponer en el preacuerdo su máxima de que no habrá suba de impuestos, una de sus líneas rojas para entrar en un gobierno, así como la defensa de la austeridad. Habeck cuestiona el freno de la deuda y considera flexibilizar el Pacto de Estabilidad por las cargas extraordinarias creadas por la pandemia de coronavirus.
El preacuerdo con el que se abrirán las negociaciones formales, previsiblemente a partir del próximo viernes, incluye objetivos planteados como irrenunciables para los tres potenciales socios: aumento del salario mínimo interprofesional -caballo de batalla del SPD-, transición energética verde -para los ecologistas- y cero aumento fiscal -para el FDP-. Pero también unas cuantas renuncias, como la imposición de un límite generalizado de velocidad en carreteras y autopistas, como deseaban los Verdes.
Lindner insistía hoy en la necesidad de mantener la norma de la confidencialidad como imprescindible para llevar a buen fin las negociaciones. Sin embargo, él mismo deslizó este fin de semana la propuesta de crear un Ministerio del Clima, lo que rápidamente se interpretó como “oferta” a los Verdes o compromiso a cambio de quedarse los liberales con Finanzas.
El único puesto que parece claramente asignado es el de canciller, para Scholz, ministro de Finanzas y vicecanciller en la última gran coalición de Angela Merkel. Para el puesto de titular de Exteriores se baraja la candidata de los Verdes y copresidenta del partido junto a Habeck, Annalena Baerbock.
La propia canciller respondía hoy a una pregunta sobre la posibilidad de flexibilizar el Pacto de Estabilidad con una frase que podría ser de Lindner. “El Pacto de Estabilidad, tal como está, ofrece ya márgenes suficientes”, afirmó, en una comparecencia con el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel.
“No soy muy entusiasta sobre las posibilidades de cambiarlo”, prosiguió la canciller alemana. “Tiene mecanismos suficientes y es suficientemente flexible ante problemas como los generados con la pandemia”, coincidió por su parte Bettel.
“Para el próximo gobierno será sin duda esencial manejar como corresponde esta cuestión”, subrayó Merkel.