Iker Casillas huye de la prensa al escuchar el nombre de Sara Carbonero
El madrileño ha tenido una reacción de lo más llamativa. Y es que ha optado por no contestar la pregunta y salir con una respuesta que nada tenía que ver con lo que le habían preguntado. De hecho, Iker Casillas ha contestado vendiendo su nuevo proyecto profesional de nuevo.
A esta reacción hay que sumar la intervención de dos organizadores del evento de Iker Casillas. Nada más escuchaban la pregunta sobre Sara Carbonero, estas dos personas se dirigían con rapidez hasta el exportero del Oporto, haciéndole saber a los reporteros que lo estaban esperando en otro lugar. En ese momento tiran del brazo de Iker para llevárselo del photocall.
De esta forma, Iker Casillas sigue fiel a lo que prometió junto a Sara de no hablar de su vida personal. De hecho, cuando confirmaron su separación a través de las redes sociales, ambos aseguraron que no volverían a hablar públicamente de este tema. Y una vez más, lo ha demostrado. En esta ocasión, el portero, que nada más ha escuchado el nombre de su expareja, ha evitado responder.
La entrevista de la que se le preguntaba era una que ha dado Sara Carbonero durante las últimas semanas. La periodista desvelaba qué es para ella imperdonable en su día a día. Y es que no soporta que la gente le mienta, por pequeña o piadosa que sea esa mentira. «Yo llevo fatal la mentira, y lo sabe la gente que me rodea(…) Creo mucho en la confianza y si se pierde, se pierde todo», decía la periodista en ‘Harper’s bazaar’. Tampoco está de acuerdo con aquellos que abogan por la sinceridad cuando ni siquiera son preguntados, de hecho, ella insiste en que siempre antes de hablar debes tener claro que «mejorarás el silencio». Considera innecesario que el que tiene en frente le diga lo primero que se le pase por la cabeza sin filtro alguno y, de este modo, pretende que más de uno se lo piense antes de hablar.
No es el único asunto que ha tratado, pues Sara Carbonero también ha hablado de su enfermedad. Superar un cáncer de ovarios justo después de que a Iker Casillas le diera un infarto se le hizo muy cuesta arriba, tanto que se volvió «hipersensible». Le cambió absolutamente la vida y la escala de prioridades hasta tal punto que solo deseaba que todo volviera a su cauce. «Me volví hipersensible, todo lo disfruto mucho más e hice un crecimiento personal bastante importante. Lo que peor he llevado es el sufrimiento, no mío, sino el de lo que más quiero en el mundo, mi familia; el miedo. Tenía ganas de que todo se colocara y marchara bien, que es como está marchando. Lo positivo ha sido eso, que todo sigue, todo va bien», comentaba Carbonero.