El Líbano frente a un nueva crisis de enfrentamiento sectario
En éste escenario de crisis, el tiroteo junto al desconocimiento sobre quienes fueron los perpetradores de esos ataques viene a profundizar la falta de estabilidad política
Al mismo tiempo, el médico que lidera las Fuerzas Libanesas declaró que “si la investigación judicial es bloqueada y el juez es destituido, el gobierno de Mikati debía renunciar de inmediato”. Geagea pidió una movilización multitudinaria y pacífica de apoyo al juez y rechazó la convocatoria que había realizado el martes Hezbollah para marchar pidiendo la renuncia de Bitar por la fuerza.
Según declaraciones de Geagea al diario libanés An-Nahar, desde hace años la lógica y el sentido común se han perdido en el Líbano por la imposición de líneas rojas y amenazas con las que se busca falsear y modificar hechos reales, lo cual viola la soberanía y silencia las voces libres. El líder de las Fuerzas Libanesas destacó también que la constante sumisión a Irán a través del grupo terrorista Hezbollah y a la intimidación que la organización ejerce a lo largo de los años ha llevado a la sociedad libanesa al actual estado de cosas y al escenario político y económico lamentable en que hoy se encuentra. Al mismo tiempo rechazó el accionar de Hezbollah basado en el chantaje en relación a la explosión del puerto, pidiendo libertad y garantías para la investigación que el Poder Judicial debe realizar para esclarecer las responsabilidades directas o indirectas en esos hechos.
“Si el gobierno no puede garantizar una investigación transparente será un cómplice de ese crimen y responsable del mismo modo que el perpetrador directo”, sentenció Geagea.
El pedido realizado por el líder cristiano no fue respondido por el presidente ni el primer ministro, por lo que el miércoles Geagea redobló la apuesta y pidió seguridad para los barrios cristianos donde la movilización de los partidos Amal (Esperanza, en idioma árabe) y Hezbollah (Partido de Dios) concentraron para marchar al juzgado de Bitar pidiendo su renuncia y destitución. Si el gobierno no brinda la protección que debe dar a los habitantes cristianos de Beirut, las cosas pueden salirse de su cauce y los actos de violencia no podrán contenerse, había declarado el jefe del partido Fuerzas Libanesas.
El gobierno de Michel Aoun y Najib Mikati no dio importancia a lo solicitado por Geagea. La petición pudo ser un aviso (según los cristianos) o una amenaza (según los partidarios de Hezbollah); lo cierto es que el jueves en horas de la mañana dos docenas de hombres armados no identificados se desplazaron en las terrazas de los edificios de la zona donde los manifestantes de Hezbollah y Amal se concentraban para llevar adelante la protesta y solicitar la renuncia del juez Bitar, a quien Hezbollah acusa de llevar la investigación con informes falsos provenientes de agencias estadounidenses que buscan perjudicar a la organización sindicándola como responsable en la explosión. Al respecto, los funcionarios de Hezbollah negaron desde el primer momento cualquier participación o responsabilidad en la tragedia que causó la muerte de unas 200 personas y destrozos por cientos de millones de dólares en la zona cristiana del puerto.
Sin embargo, informes de sectores de la seguridad libanesa indican que el pedido de Geagea sí fue “interpretado” por el primer ministro Mikati, por lo que el gobierno suspendió una sesión de gabinete del día miércoles cuando comprendió que se estaba gestando una posible y grave crisis política dentro de sus filas ante la posibilidad de que las presiones de Hezbollah dieran lugar a la destitución del juez que investiga la explosión en el puerto de Beirut de agosto de 2020.