El Decano no pudo con Sebastián Torrico, al Ciclón le faltaron ideas y todo quedó en cero
Por la decimocuarta fecha del campeonato argentino igualaron en un partido donde el local tuvo las mejores posibilidades, pero no estuvo claro en la definición.
Lo mejor del partido
En el comienzo, entre dos conjuntos con varias bajas por lesiones, los locales presionaron la salida del Ciclón y apostaban al sector derecho para atacar. Por allí fueron los dos primeros intentos, que encontraron al arquero alerta para evitar un mayor peligro.
Pasados los cinco minutos, una rápida y gran combinación entre tres jugadores puso a Augusto Lotti por esa zona en posición de remate: se fue apenas por encima del travesaño. A los 8, Guillermo Acosta fue el que definió cruzado, a centímetros del segundo palo, tras otra recuperación veloz de los tucumanos, aunque pareció haber falta en el quite.
Sufría San Lorenzo, que no podía tener la pelota. Atlético salía rápido cuando recuperaba, exploraba a la espalda de Gabriel Rojas y, además, ganaba en los centros. También estuvo cerca en el primero de los siete córners que tuvo a favor, contra ninguno de los de Boedo. En los primeros 20 minutos, el Cuervo no llegó al área rival. Rius tuvo dos seguidas: una fue a las manos de Torrico y en la otra decidió mal, en una pelota que no fue ni tiro al arco ni centro.
Franco Di Santo, que había quedado en posición adelantada tres veces, mutó en asistidor a los 27, pero se fue largo su pase. La intención ante la llegada del lateral Herrera fue lo único rescatable hasta allí. Pronto, en una mala salida de los locales, Uvita Fernández estuvo alerta para iniciar un avance abriendo a la derecha, pero no hubo buenas ideas en la resolución. Bajó en intensidad por entonces el partido, con baja elaboración de jugadas y la modificación de los sistemas. Acosta probó desde afuera a los 35, también cruzado. No le daban respiro a Torrico.
En los últimos cinco minutos de la primera etapa, San Lorenzo tuvo dos, casi las únicas, aprovechando errores de los locales, que bajaron su rendimiento. La primera intervención de Cristian Lucchetti fue para contener un cabezazo de Di Santo, a los 41. En la otra, enseguida, no pudo más que mirar cómo se estrellaba el remate de Uvita en un palo.
El inicio del segundo tiempo mostró algo más de ritmo, al menos en el intento, pero el primer susto, de San Lorenzo, fue un mal pase de Zapata a Torrico que casi se le mete. Parecía que ambos juegan con la confusión del rival. Y el Ciclón era el más confundido. El ritmo se diluyó pronto.
El arquero visitante tenía bastante trabajo en los centros, tras una seguidilla de tiros de esquina. Los tucumanos recuperaron el control del partido, pero no lograban superar los bloqueos de los defensores en la puerta del área ni estar precisos en el disparo final. Una apilada de Ramiro Carrera terminó en un tiro libre en la medialuna. Ese remate también fue fallido, como otro intento desde afuera que fue su última participación antes de ser reemplazado.
A los 20, Omar De Felipe renovó las cartas de ataque, en la búsqueda de afinar la puntería. En esta etapa aumentaban las imprecisiones, no sobraban las ideas y ambos recurrían al recambio, a las piernas frescas en el banco de suplentes. Uno de ellos, Julián Palacios, duró cuatro minutos en el campo, porque fue con plancha en una de sus primeras intervenciones y vio la tarjeta roja. San Lorenzo quedó con 10 futbolistas para afrontar los últimos 15 minutos, más replegado aún. El otro DT, Paolo Montero, no encontraba motivos para ilusionarse.
Un centro de Ramiro Ruiz Rodríguez directo a la cabeza de Acosta derivó en otra gran intervención de Torrico, que con los pies sacó lo que era el triunfo de los tucumanos. Y enseguida, cortó en el aire otro envío que llegaba con elevadas pretensiones. El arquero sostuvo al Ciclón, otra vez. Una falla como último hombre de Zapata dejó a Ruiz Rodríguez cara a cara con el 1, que lo atoró a tiempo al delantero.
El Ciclón no sólo fallaba atrás, sino que tuvo un tiro libre cerca del área visitante a tres minutos del final y el lanzamiento pasó por encima de todos. Un desperdicio. Al final, casi todos entraron en la confusión. Y el 0-0 fue el aplazo para ambos equipos, que no logran enderezar el rumbo. Uno, apenas ganó dos partidos como local en este campeonato. El otro, como visitante sólo pudo derrotar a los juveniles de Boca. Dejaron pasar la oportunidad.