EEUU no eliminará los aranceles a China y advirtió que tomarán las medidas necesarias para protegerse “la competencia desleal”
Tomarán todas las medidas necesarias para protegerse contra “las oleadas de daños infligidos a lo largo de los años a través de la competencia desleal”, dijo la representante comercial del Gobierno estadounidense
La representante comercial del Gobierno estadounidense, Katherine Tai, ha asegurado este lunes en un discurso ante el ‘think tank’ Center for Strategic and International Studies (CSIS) que Washington discutirá con Pekín su cumplimiento de la ‘Fase 1′ del acuerdo comercial.
El acuerdo entre ambas potencias se firmó en enero de 2020, pero durante el primer año de vigencia del acuerdo, China únicamente cumplió el 58%de las medidas que se complementó a implementar. “China hizo compromisos que benefician a ciertas industrias estadounidenses, como la agricultura, y debemos hacer que se cumplan”, ha indicado Tai.
En relación a los aranceles sobre importaciones, la representante comercial no ha indicado una posible retirada. En su lugar, únicamente ha detallado que se reiniciará de nuevo un “proceso de exclusión”. Las empresas pueden solicitar al Gobierno excluir determinados productos de los aranceles en caso de que ese producto solo esté disponible en China o si el arancel daña a la empresa importadora.
En cualquier caso, Tai ha avisado que el Gobierno de Joe Biden tiene “serias preocupaciones con las prácticas comerciales de Estado y no de mercado que no fueron atajadas en el acuerdo de ‘Fase 1′”.
“Incluso con el acuerdo ‘Fase 1′ en vigor, el Gobierno de China sigue inyectado miles de millones de dólares en algunas industrias y sigue dando forma a su economía a placer del Estado, dañando los intereses de los trabajadores aquí y en todo el mundo”, ha indicado la representante comercial.
Tai tiene previsto iniciar “en los próximos días” una serie de “conversaciones francas” con su homólogo chino, el vice primer ministro Liu He. La representante se ha comprometido a dar “todos los pasos necesarios” para proteger a Estados Unidos de las “olas de daño” que han recibido en los últimos años por la “competencia injusta”.
El objetivo de Estados Unidos “no es exacerbar las tensiones comerciales con China”, aseguró, aunque destacó que Washington está dispuesto a usar “toda la gama de herramientas” a su alcance y “desarrollar nuevas si se necesita”, para proteger los intereses de las empresas y los trabajadores estadounidenses.
“Debemos defender al máximo nuestros intereses económicos. Y eso significa tomar todas las medidas necesarias para protegernos contra las oleadas de daños infligidos a lo largo de los años a través de la competencia desleal”, afirmó la representante comercial de Biden.
Entre 2018 y 2020, la administración del anterior presidente Donald Trump impuso aranceles a productos chinos que representaban 370.000 millones de dólares anuales. Estos derechos de aduana punitivos, impuestos en represalia a las prácticas comerciales chinas consideradas “desleales”, son criticadas por numerosas empresas.
A principios de agosto, importantes grupos estadounidenses exhortaron a la administración Biden a reducir esos aranceles, destacando que las empresas norteamericanas se enfrentan a “crecientes sobrecostes” ya que esos costes adicionales son pagados por los importadores.
Un responsable estadounidense precisó que los aranceles actuales impuestos por la administración Trump permanecerán en vigor mientras dure el procedimiento de exención.
China se había comprometido a comprar por valor de 200.000 millones de dólares de productos estadounidenses suplementarios a lo largo de dos años, entre ellos productos agrícolas, bienes del sector de la energía y de la industria manufacturera, con el objetivo de reducir el desequilibrio comercial entre los dos países, favorable a China. El acuerdo firmado a mediados de enero de 2020 entre Donald Trump y el viceprimer ministro chino Liu He había permitido una tregua en la guerra entre Estados Unidos y China, que había frenado el crecimiento de ambos países.
Pero esta tregua ha tenido resultados “modestos”, indicó el responsable estadounidense que requirió el anonimato. Este responsable dijo que el objetivo “no es agravar las tensiones comerciales” con China.