Clásico cruceño 192: Rafinha se encargó de aguarle la fiesta a Oriente al filo del final (1-1)

El brasileño marcó el gol del empate para Blooming cuando se jugaban seis minutos de descuento y los refineros tenían prácticamente los tres puntos en el bolsillo con el gol de Hugo Dorrego a los 13 minutos. Ambas conquistas fueron de tiro penal.

Carlos Jordan Paz, El Deber

Sin pena ni gloria fue el clásico cruceño 192 para Blooming y Oriente Petrolero. Empararon (1-1) este miércoles en partido correspondiente a la fecha 24 del campeonato de la División Profesional.


Ambos goles fueron de tiro penal. Los verdolgas abrieron el marcador a los 13 mediante el uruguayo Hugo Dorrego y Rafinha empató a los 96’ para los celestes.

El resultado es un aliciente para la academia, que logró paridad cuando se jugaban seis minutos de descuentos. Además, el punto conseguido le da la posibilidad de alejarse un poco más de Real Potosí, que ocupa el penúltimo lugar en la tabla de posiciones.

Los refineros desperdiciaron la oportunidad de sumar tres unidades que lo pudo acercar al cuarto lugar.

La primera parte se jugó con mucha intensidad y eso provocó roces e imprecisiones, propio del ritmo y de la ansiedad que genera jugar esta clase de partidos.

Como lo viene demostrando desde principio de temporada, Henry Vaca es el jugador que marca la diferencia en la dinámica de Oriente. Busca, gambetea y encara. Por momentos exagera, pero a los 7 minutos provocó que Richard Spenhay, que se encargó de marcarlo en toda la cancha, le cometiera una falta por la que el árbitro (Ivo Méndez) no dudó en sancionar penal.

Tras la determinación del colegiado cruceño no faltaron los insultos verbales entre jugadores e incluso entre miembros del cuerpo técnico de los dos equipos. A ese breve conflicto se sumó un roce entre Julio Herrera y Henry Vaca que pudo costarles la expulsión. El partido en ese momento se calentó más.

Hugo Dorrego se encargó de ejecutar el penal a los 13 minutos. El charrúa no falló desde los doce pasos.

Tras la bofetada Blooming mantuvo la actitud de ir siempre al frente. No claudicó. Juan Ferrufino y Herrera tuvieron un papel protagónico porque fueron los que sostuvieron el juego celeste de mitad de cancha hacia arriba.

La más clara opción del gol para el empate justamente la tuvo Herrera a los 29 minutos cuando su remate se estrelló en uno de los postes del arco verdolaga.

Con este resultado transitorio que favorecía a Oriente terminó la primera etapa. En el complemento, Hernán Meske arriesgó al incorporar a Rafinha, Jorge Orozco, Hugo Rojas y Ricardo Pedriel. Reforzó todo el sector ofensivo para buscar el empate.

En contrapartida, el primer cambio que hizo Erwin Sánchez fue el lateral Francisco Rodríguez por el atacante Ferdy Roca.

La lectura del DT de Blooming, aunque arriesgada, dio resultado. La presencia de Rojas en el ataque celeste fue determinante como también la dinámica de Rafinha en la mitad de la cancha.

La propuesta de Oriente siempre fue la misma. Buscó el arco rival con buenos desplazamientos, especialmente por las puntas donde Maximiliano Caire fue el estandarte, pero careció de efectividad o en todo caso su principal obstáculo fue la buena actuación del arquero Braulio Uraezaña.

En el tramo final, Sánchez recompuso su medio sector con el ingreso de Gualberto Mojica y Ronaldo Sánchez. Después también metió al joven atacante José Briceño. La idea fue asegurar la pelota y contar con hombres que puedan apoyar a los delanteros.

Y eso pasó, sin embargo la virtud de Blooming fue soportar el asedio con orden y optar por los contragolpes, como se dio con la gran escapada de Rojas, que terminó en una falta de Daniel Franco. Otro penal y el encargado de convertirlo en gol fue Rafinha.


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