Bale empieza a ver la luz

El galés sale del gimnasio después casi un mes de lesión. Aunque todavía necesita tiempo de recuperación, la evolución es positiva y podría estar disponible a finales de octubre.

Jorge C. Picón
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Gareth Bale empieza a ver la luz al final del túnel. Su lesión muscular ya le deja, por lo menos, trotar sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Valdebeas. En el último entrenamiento, el galés trabajó en solitario pero mezcló en interior con el exterior de las instalaciones, en una demostración de que está evolucionando de forma muy positiva de sus dolencias musculares.


Cayó el pasado 11 de septiembre. No se marcaron plazos de recuperación, pero tras las primeras pruebas se estimaba que podría estar de baja entre ocho y diez semanas. Sin embargo, el seleccionador galés, Rob Page, avisó en rueda de prensa que la situación estaba mejorando y que esperaban contar con él. "Afortunadamente se está recuperando mejor de lo esperado. Estamos bastante seguros de que estará bien en noviembre", apuntó. El regreso de Bale al campo de juego invita al optimismo y se espera que pueda ponerse al mismo nivel que sus compañeros en las próximas semanas, a finales de este mes.

Bale es, después de mucho tiempo, feliz en Madrid. Él mismo lo reconoció en una entrevista para la BBC en la que explicaba que el ambiente que hay en el club blanco esta temporada es "mejor" para él. La llegada de Ancelotti, con el tiene una gran relación, fue muy importante para él. Por ello, esta última lesión ha sido un duro golpe en lo físico, pero también en lo psicológico. Llevaba desde enero sin tener problemas musculares de relevancia y este último ha cortó de raiz su adaptación al equipo y su buen arranque de temporada, en el que había mostrado un nivel óptimo marcando un gol y siendo uno de los atacantes más peligrosos del ataque.

Esta última lesión ha despertado las dudas del madridismo, que rememora los peores momentos de Bale en el Madrid. Durante su primera etapa de blanco sufrió más de una veintena de dolencias que provocaron que bajase el nivel y fuese desapareciendo del equipo hasta acabar convirtiéndose en un futbolista prácticamente apartado por Zidane. Esto motivó a Gareth a aceptar la cesión al Tottenham el curso pasado, donde se reencontró una buena versión.

Todo apunta a que este será su último año de blanco. Termina contrato en junio y no hay ningún tipo de contacto para su renovación. De hecho, este periódico ya informó que estaba sopesando retirarse una vez finalice su vinculación con el Madrid. Pero la intención del zurdo es la de dejar el conjunto blanco triunfando. Fue clave en dos de las cuatro Champions que ha ganado el club en los últimos años y su inteción es volver a ser para marcharse levantando algún título a final de temporada.

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