Ancelotti busca su once

El italiano tiene marcados en el calendario el viaje a Kiev y el Clásico, dos partidos que pueden marcar la temporada. Necesita decidir si mueve a Alaba, el 'dos', con qué sistema quedarse...

Carlos Forjanes
As
Las temporadas de los grandes equipos generan pequeñas ventanas temporales que pueden ser puntos de inflexión, para lo bueno o para lo malo, y los entrenadores lo saben. Lo está percibiendo Carlo Ancelotti con este retorno tras el parón. Tiene apenas unos días para terminar de hacer ajustes necesarios y pulir errores porque la próxima semana su Real Madrid tendrá dos partidos seguidos que pueden suponer el cielo o el infierno. El viaje a Kiev (21 de octubre) y tres días más tarde el Clásico en Barcelona. Días que pueden agravar la minicrisis de dos derrotas consecutivas o sanar todo aquello y salir reforzados en Liga y Champions. 96 horas casi cruciales para marcar el devenir blanco en la primera mitad de temporada y pillan a Carletto con cuestiones por solucionar. Los tropiezos contra el Sheriff y el Espanyol le limitan a prácticamente nada el margen de error...


En especial porque el italiano transmite la sensación de estar aún a la búsqueda de un sistema y un once que tengan continuidad y sean reconocibles. Su equipo tipo.

Esa es una de las cuestiones que siguen sobre la mesa. El Madrid, ante el Sheriff terminó con un 1-4-2-4 sobre el terreno de juego y en Cornellà hubo otra vez cambio de posiciones en lugares muy sensibles (Nacho retornando a su papel de, Alaba al lateral izquierdo y fue superado por Embarba en el 1-0) y regresos sorprendentes como el de Lucas, que entra y sale del once casi cada semana. Idas y venidas, varios dibujos (4-4-2 y 4-4-1-1 para acomodar a Hazard que ahora está por cierto tocado...) y el resultado es un laberinto del que aún no se sabe del todo si Ancelotti ha salido.

Alaba, como lateral izquierdo, persigue a Embarba en el pasado 2-1 del Madrid en Cornellà.

El ejemplo es Alaba. Mendy estará si todo va según lo previsto disponible, pero sin rodaje alguno tras cinco meses de lesión. Miguel Gutiérrez es el único lateral puro con kilometraje en las piernas, pero sólo tiene 20 años y la duda es si Ancelotti se animará a darle el primer partido grande de su carrera tras emplearle cuatro veces como titular este curso, tres en Liga (con pleno de triunfos, el 0-1 al Betis, el 5-2 al Celta y el 6-1 al Mallorca) y el inesperado 1-2 ante el Sheriff. Sólo una fue lejos de Chamartín, en Sevilla.

Al otro lado de la zaga, Ancelotti esta usando un comité de jugadores para sustituir al lesionado Carvajal, que tampoco llegará al Shakhtar y al Barça. Lucas (cuatro partidos ahí, 309'), Nacho (dos encuentros ahí, 146') y hasta Valverde (dos actuaciones de lateral, 120'), que puede ser la sorpresa. El año pasado El Pajarito marcó en el Camp Nou, en su posición natural de centrocampista, eso sí. Antes del Sheriff, Ancelotti fue preguntado directamente si iba a rotar constantemente el dos del equipo. "Lo he cambiado a veces también por lo táctico. Si tengo un extremo abierto, como Rodrygo, no necesito un lateral que empuje mucho, puede ser uno que quede más en posición. Quizá por eso Lucas ha jugado menos. Si me toca empujar, Lucas en ese sentido es el mejor", fue la explicación del transalpino.

En ese sentido, equipo y entrenador están avisados de que el Shakhtar, ante un Real Madrid con la segunda unidad sobre el terreno de juego, es muy peligroso. Lo demostró por dos veces la temporada pasada. A eso hay que unir la incógnita que supone tener que jugar en Transnistria, en la guarida de un Sheriff que ahora es líder de grupo y que no titubeó para ganar 2-0 a los ucranianos. Pifiarla en Ucrania pondría el pase a octavos en serio peligro. Casi lo mismo pasa en el Clásico, que puede ser el partido que hunda o reviva al Barça como rival liguero...

En el Camp Nou usó a Ramos de mediocentro

Ancelotti tiene presión desde el punto de vista táctico porque precisamente un Clásico y en Barcelona es donde se recuerda el experimento fallido más comentado de Carletto en su anterior presencia en el banquillo madridista. Fue en octubre de 2013, el italiano tenía a Xabi Alonso lesionado y decidió montar una línea Maginot delante de los centrales con el camero, para contener a Messi, Iniesta y Cesc. Como reconoció el propio Ramos, que lleva ocho años sin actuar en el centro del campo, sólo se enteró del plan "el día antes" y el propio Ancelotti reconoció a posteriori que aquella idea fue "un error".

Ramos fue centrocampista en aquel Clásico de 2013 que supuso una derrota (2-1) del Madrid de Ancelotti.

Esta vez no existeb el factor del pavor que genera Messi pero un plan semejante sólo podría venir de la mano de Alaba, central como el excapitán blanco aunque también pivote en ocasiones con Austria. Algo que a día de hoy en este inminente Clásico parece prácticamente imposible.


Entradas populares